Hoy miércoles, a partir de las 20.15 horas, el Zubileta Evolution Zuazo se juega el pase a la fase final de la Copa en el feudo del Guardés. En la ida de la eliminatoria, las rojinegras lograron una renta de tres tantos (27-24). Así que el objetivo es ir a Pontevedra a mantenerla. Sin embargo, este encuentro está en un segundo plano para el club barakaldarra, que la semana pasada emitió un comunicado en el que expuso su realidad económica. “Cesar la actividad del primer equipo”, “descenso de la categoría” o “peligrar la supervivencia del club” fueron las frases escogidas para advertir de la mala situación. Un grito de auxilio que su presidente, Aingeru Astorkiza, lanzó como última bala.

Habrá sido muy duro publicar el comunicado.

—Imagínate. Lo hemos estado pensando durante meses, pero o lo hacíamos ya o de perdidos al río. Lo teníamos que hacer porque, aunque estas cosas tienen su proceso y sus tiempos, en el deporte se va a otro ritmo. Se va muy deprisa. Esto no es una empresa ni una administración donde las cosas se pueden ir arreglando. Aquí o son ya o te vas al carajo. Así de claro.

Habla de meses. ¿Cuándo se dieron cuenta de que las cosas iban muy mal?

—Llevamos desde marzo del año pasado en pandemia, así que desde el último tercio de la temporada pasada ya hubo un desajuste presupuestario. Tampoco gastamos mucho, pero hay cosas, como la estructura del club, que hay que mantener. Además, desde entonces, le entró miedo a todo el mundo. En crisis todo el mundo tiene el no en la boca. Así que se complicó todo más. Pero fue en enero cuando ya supimos que esto iba realmente mal.

En el comunicado hablan de “una caída de recursos del 35%”. ¿Solo fue producto de la pandemia?

—Sí. Digamos que hay un margen de un 5% que es estructural. Todos los clubes que vivimos al día tenemos un déficit entre el 5 y el 8% anual porque cuando presupuestas hay variables que no puedes controlar. Tengo que lanzar la temporada en junio y hasta agosto no me dan el calendario. No es lo mismo ir a Canarias dos veces que cinco, ni jugar 22 partidos que 30. Y si de repente tengo 4 desplazamientos más no es tan fácil subir el presupuesto porque entonces igual no compito. Si a las empresas y a las administraciones les está costando cuadrar las cuentas, imagínate a los clubes.

¿Han tenido alguna respuesta desde que sacaron el comunicado?

—Hay dos historias que pueden ser interesantes pero que a corto plazo no van a solucionar nada. Ojalá pudiera decir otra cosa, pero está todo todavía en el aire porque hoy en día los plazos son más largos de los que nos gustaría. Así que no sé en qué punto están.

Hay demasiada incertidumbre.

—Claro. Acabamos la temporada el 29 de mayo y para el 30 de junio tienes que estar ya inscrito de nuevo en División de Honor, así que no hay opción de pensárselo mucho porque el tiempo vuela. Además, hoy sabremos si jugamos la Copa o no, lo que serían más gastos añadidos.

En el comunicado también hablan de “cese de la actividad del primer equipo” y de “descenso de la categoría”. ¿Cuál se barajaría antes?

—Si todo va regular, que no bien, acabaremos la Liga. Si todo va mal, igual dentro de 15 días tenemos que dejar de ir a Tenerife al partido de Liga. Y lo del descenso dependerá un poco de las respuestas de los patrocinadores. De momento, son buenas, pero aún no hay ningún convenio firmado.

¿Está también en riesgo la supervivencia del club?

—Eso fue una llamada de atención. Lo que no puede ser es que después de diez años en la élite, el posicionamiento socioeconómico de la administración sea el mismo pase lo que pase. No hay muchos clubes en Bizkaia, y menos en Barakaldo, que lleven diez años en lo más alto y que además tengan a una mundialista y a una olímpica. Que a Ainhoa Hernández somos los únicos que le pagamos la nómina, nadie más que el club se la paga. Y eso, en otros sitios de nuestro entorno más cercano, estas cosas se valoran mucho a nivel político, económico y administrativo. Porque la gente se pone la medalla, pero no la llena de contenido.

Así que ya será inevitable la fuga de talento.

—Es Inevitable. Ya hay mínimo tres jugadoras que se van y espérate porque esto no ha acabado. Estoy todo el día negociando para ver cómo podemos aguantar porque ahora todo el mundo va a venir a pescar por aquí, en río revuelto.

¿Cree que los últimos resultados, las derrotas ante Morvedre y Córdoba, son producto de la situación extradeportiva?

—Evidentemente. No es lo mismo jugar con la cabeza puesta en lo que es el partido y el entrenamiento diario que jugar sin saber cuál va a ser tu futuro en una semana o quince días.

Teniendo en cuenta la crisis económica, ¿prefieren perder el partido de hoy y no seguir en Copa?

—No, queremos ganarlo. Queremos que la gente diga “mira cómo está este club y aún así se ha metido en la fase final”. Porque las jugadoras tienen un mérito increíble. Que igual ahora nos meten una paliza y sería comprensible, pero esta temporada hemos competido bien contra los equipos que están en la pomada. Así que con un poquito más de caso, estaríamos muchísimo mejor.

“Descender o no dependerá de los patrocinadores. Sus respuestas son buenas, pero no hay ningún convenio firmado”

“No puede ser que tras diez años en la élite y con una mundialista, el apoyo sea el mismo pase lo que pase”

“Ya hay mínimo tres jugadoras que se van y espérate porque esto no ha acabado; todo el mundo va a venir a pescar en río revuelto”