Unos pocos centímetros volvieron a marcar el destino de un torneo del PGA Tour. Solo unas pulgadas dejaron a Jon Rahm sin el título en el Zozo Championship y sin el número 1 del ránking mundial. El golfista de Barrika se quedó a un único golpe de Patrick Cantlay, el ganador del certamen, y finalizó empatado con Justin Thomas. Esto hizo que su resultado fuera insuficiente para desbancar a Dustin Johnson de la cima del golf. Rahm estuvo en la pelea durante toda la jornada, en un mano a mano constante con los dos estadounidenses y por momentos fue líder en solitario. Sin embargo, al vizcaino le quedó pendiente la tarea de rematar el torneo cuando estuvo en su mejor momento y eso le provocó estar a remolque en los dos últimos hoyos. Fueron dos oportunidades para conseguir el birdie e igualar a Cantlay, pero en ambas la bola se quedó a escasos centímetros y el segundo puesto dejó al de Barrika con un sentimiento amargo.

En el golf los obstáculos pueden aparecer en cualquier momento. Hasta el recorrido más sencillo esconde trampas inesperadas capaces de hacer que el jugador se lleve un susto. No solo en el escenario de juego están los imprevistos, también en los propios jugadores. Una buena racha hace que un nuevo rival tenga la posibilidad de emerger en el momento decisivo. La última jornada del Zozo Championship comenzó con un mano a mano entre Rahm y Thomas y terminó con Cantlay alzando la copa de campeón. El número 2 y el número 3 del mundo no acertaron en los últimos nueve hoyos del campo y dieron alas al jugador de Long Beach, que supo aprovechar su oportunidad y cuando cogió el liderato ya no lo soltó.

intercambio de golpes

Los primeros hoyos de la jornada fueron un constante intercambio de golpes entre Rahm y Thomas. Lanto Griffin, que también partió en el encuentro estelar, quedó rezagado, incapaz de seguir el ritmo de sus compañeros de partido. Los dos líderes encadenaron varios birdies en los primeros nueve hoyos y solo Cantlay, que llegó desde atrás, resistió este primer ataque. Pero las sensaciones cambiaron drásticamente a partir del ecuador del recorrido. Rahm cosechó dos bogeys consecutivos, los primeros que realizaba tras 40 hoyos, y Thomas entró en una vorágine de errores y visitas a los límites del campo que superó con muchos menos golpes de los esperados gracias a salvadas milagrosas y jugadas llenas de talento.

Esta crisis de juego dejó la ventana abierta a Cantlay. El californiano protagonizó una jornada sobresaliente y solo cometió un grave error durante todo el día. Eso le permitió entregar una tarjeta de siete golpes por debajo del par del campo y esperar en el campo de prácticas listo para un desempate que no llegó. Thomas fue el primero en quedar fuera de la lucha, pero Rahm tuvo la oportunidad de forzar el empate hasta el final. En el hoyo 17, uno de los más benévolos de todo el torneo, su bola besó el hoyo en un putt largo. A continuación, también supo jugar bien de tee a green y se dejó un putt de casi seis metros para tratar de lograr el birdie. Las opciones eran escasas pero el vizcaino lanzó con convicción su golpe. Sin embargo, otra vez, pocos centímetros impidieron que embocara y Rahm tuvo que conformarse con el segundo puesto después de finalizar la jornada con una tarjeta de cuatro golpes por debajo del par del día en los que acumuló seis birdies y dos bogeys que tuvieron un precio muy caro.

Clasificación final