UNCA es tarde para adentrarse en una nueva aventura. No tener experiencia previa en el mundo del remo, incluso en el deporte de competición, no asustó a Arantza Bengoetxea. El proyecto de la trainera femenina de Isuntza estaba dando sus primeros pasos, buscando gente que formara parte de la tripulación lekeitiarra y Bengoetxea decidió ser parte del equipo. Dio sus primeras paladas con 37 años y con el paso del tiempo dejó claro que su intención no era que el remo fuera cosa de un día. Creció al mismo tiempo que lo hizo el bote. Cuatro temporadas después, sigue formando parte de una iniciativa ya consolidada y que sirve de referencia para las más jóvenes de la localidad, que ven que la posibilidad de remar es una realidad.

Isuntza trató de sacar la trainera femenina al agua hace cuatro campañas y para ello el club comenzó con la búsqueda de remeras. Horas de búsqueda en las que los caminos del club y Bengoetxea se juntaron. “Estaba tomando un café y me vino un remero de Isuntza diciendo que estaban pensando sacar un equipo de chicas”, revela. Aceptó. “En mi caso, que era cero de deporte; andar mucho, pero de sufrimiento lo justo, mi marido me dijo que no iba a aguantar. Fíjese, aquí estoy mi cuarto año. Con tal de hacer lo contrario que dice él aquí sigo”, comenta entre risas la remera de Isuntza.

Los primeros pasos no fueron sencillos. Fue descubrir un mundo nuevo. Conocer el deporte y aprender a apretar los dientes. “Se sufre muchísimo. El miedo que teníamos siempre todas, porque éramos nuevas, era a ver si íbamos a aguantar toda la regata. Los primeros meses no nos podíamos ni reír, nos dolía todo el cuerpo. Pero entrenando y entrenando lo conseguimos”, apunta Bengoetxea. A base de entrenamientos, la tripulación progresó y el salto de nivel es evidente desde aquella primera temporada en la que se juntaron con Ondarroa para sacar la embarcación de Lea Artibai. “Todavía estamos aprendiendo y en el remo cada día aprendes algo distinto. Aunque antes las regatas eran una aventura y ahora tenemos otra experiencia”, declara.

Con todo, las remeras de Isuntza son una referencia para las bogadoras más jóvenes. Personifican la prueba de que las mujeres también pueden llegar a la trainera y cada vez son más las niñas que acuden al club a apuntarse. “En el club se nota, hay un montón de chicas entrenando y es súper bonito, porque normalmente el remo siempre ha sido de chicos. Además, notamos el apoyo del pueblo”, afirma.

Entre esas jóvenes que empiezan está la propia hija de Bengoetxea. “Me veía a mí y quería apuntarse a pesar de que no tenía edad. Josu, el entrenador, nos dijo para que la lleváramos y está encantadísima”, reconoce Arantza. Y es que, en casa de la de Isuntza, el remo es el deporte principal: “Mi hijo siempre quiso hacer remo. Al principio, le decíamos que no por el tema de las pesas; así que empezó en fútbol, pero solo aguantó una temporada. Se apuntó a remo y está encantado. Este año dijo que no iba a bogar y acabó de patrón en Mutriku y remando en categoría cadete. Después, mi marido, que ya compitió con Ondarroa, es su suplente y nos ayuda a nosotras en las regatas haciendo de chófer”. Fines de semana repletos de una familia que disfruta junta del remo.

Por otra parte, la ETE y la ARC vuelven a aguas vizcainas este fin de semana. La sede de Getxo será la protagonista y los dos días todas las regatas se disputarán en sus aguas. Hoy, se vivirá una tarde llena de remo y, a partir de las 17.00 horas, comenzará una jornada en la que entrarán en juego las tres competiciones. Primero será el turno de la ARC-2; luego, la ETE y, para concluir, saldrán a luchar por la bandera las embarcaciones de la ARC-1. Asimismo, mañana se repetirá el mismo formato y horario. En la segunda categoría femenina, Tolosaldea tiene opciones de confirmar matemáticamente su victoria en la general.

El proyecto de la trainera femenina lekeitiarra sirve como punto de referencia para las niñas de la localidad que desean remar