Jon Rahm no guardará un buen sabor de boca de su regreso a la competición en el Charles Schwab Challenge. Concluyó la segunda jornada empatado con el par del campo del Colonial Country Club después de una vuelta de un golpe sobre par en la que el putt arruinó sus opciones. Con ese registro, estaba al cierre de esta edición a dos golpes de superar el corte y a la espera de un milagro en forma de batacazo general en el turno de tarde. En cualquier caso, sus posibilidades en Fort Worth serán nulas, ya que Harold Varner había colocado el liderato en once bajo par y varios ilustres se habían situado en un Top 10 de mucho nivel, entre ellos Rory McIlroy. El número 1 de mundo, en el mismo partido que Rahm, firmó una brillante tarjeta de siete bajo par.

La irregularidad fue la nota dominante en la actuación ayer del golfista barrikoztarra. Arrancando por el hoyo 10, le costó coger calles, puesto que apenas atinó con la mitad de ellas, pero aun así llegó a green con un 80% de efectividad en regulación. Sin embargo, las oportunidades de birdie no fueron claras porque los putts eran demasiado lejanos y las pocas que parecieron asequibles no lograron rebajar el número de golpes. Hasta el hoyo 1, el décimo del día, no logró arrancar su primer birdie y por ello toda la jornada estuvo avanzando por la delicada cuerda floja de la línea de corte y esa presión se dejó sentir en esa falta de tino y en cierta frustración por momentos.

Es difícil resumir una ronda de 18 hoyos en apenas unos golpes, pero los tripateos en el 2 y el 7, totalmente inesperados y dolorosos, y las tres corbatas que la mala suerte puso en su camino pueden tener buena culpa del resultado. Sin ellos, Jon Rahm habría logrado al menos llegar al fin de semana. En el tramo final tenía que buscar una reacción, aunque la inspiración en los greenes aún no ha vuelto tras el confinamiento, algo que se podía esperar después de tres meses en los que el golf no ha sido una prioridad. De confirmarse la no presencia el fin de semana, será el segundo año en el que el de Barrika no avanza en un torneo que le gusta y que estuvo muy cerca de ganar en su debut en 2017.

La próxima semana espera otra oportunidad de acelerar la puesta a punto en este regreso a la normalidad en el RBC Heritage de Hilton Head. Jon Rahm podrá practicar en el Colonial Country Club estos días dado que el protocolo sanitario dictado por el PGA Tour obliga a aquellos jugadores que vayan a repetir participación en el torneo de Carolina de Sur a trasladarse desde Dallas en un vuelo charter fletado por el circuito para mantener el control y la vigilancia.

De momento, las estrictas normas parecen estar dando resultado, ya que la PGA comunicó ayer que ninguno de los 487 tests practicados a jugadores, caddies y personal del circuito ha dado positivo. Por si acaso, se está insistiendo en que se extremen las precauciones, sobre todo en cuanto a mantener las distancias sociales. Rory McIlroy coincide con lo que dijo Jon Rahm el miércoles al explicar que “es fácil que caigamos en los viejos hábitos, pero espero que no nos lo tomen en cuenta quienes nos vean por la televisión. Es algo que aprenderemos con el tiempo”.