A pesar del parón provocado por la crisis sanitaria, Carlos Tobalina no ha perdido "ni la ilusión ni la cabezonería por disputar los Juegos". Tantas ganas tiene el lanzador de peso de acudir a la que sería su segunda cita olímpica, que está dispuesto a jugarse la barba. Esa espesa mata de pelo que le lleva acompañado más de cinco años. "La idea principal es que si voy a Tokio, me la cortó allí, pero primero tengo que conseguir la clasificación, que no la tengo, y después ver si soy capaz de quitármela o no", explica el propio Tobalina. Por eso, con este objetivo, el atleta volvió hace escasos días a los entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de León, tras la inactividad obligada por la pandemia. "La semana pasada tuve que pasar el reconocimiento médico y los test para entrar en el CAR, así que poco a poco", explicó el cántabro en una sesión telemática en la que Basque Team reunió a Tobalina con la piragüista Begoña Lazkano y el jugador de rugby Diego Arana.