bilbao - A Jon Rahm le faltó un último impulso para competir por el WGC México. Alargar un poco más ese extraordinario juego con el que maravilló en la tercera jornada y mantenerse así en la pelea por el título hasta el final. Por momentos el vizcaino fue un firme candidato al torneo y acarició el número 1 del ránking mundial, pero en la parte decisiva no acertó a la hora de embocar varios putt que le hubieran mantenido en la lucha y varias bolas que besaron el hoyo sin entrar acabaron con sus esperanzas. Rahm finalizó tercero y fue testigo de excepción de la lucha que protagonizaron Bryson DeChambeau y Patrick Reed. Fue un duelo hasta el último hoyo, pero Reed estuvo mucho más acertado en el tramo decisivo del recorrido y logró hacerse con la victoria final. El gran sueño de Rahm deberá esperar una semana más, pero esta semana demostró que tiene juego de sobra para aspirar a la cima del golf mundial.

Lo primero era meterse en la lucha, hacer buena la grandísima vuelta del día anterior y darle continuidad con un buen arranque. Iba a ser una batalla entre muchos gallos y para Rahm fue necesario comenzar con fuerza para no quedarse descolgado a las primeras de cambio. El vizcaino cumplió con el papel. Ese juego de campanillas que había destrozado el campo de Chapultepec volvió a aparecer en los primeros hoyos. Hizo birdie en los tres primeros, se tomó un pequeño respiro en el 4 y volvió a arañar otro golpe al recorrido en el 5. Cuatro golpes por debajo del par en un abrir y cerrar de ojos y metido de lleno en la pelea. Primer objetivo cumplido.

Fue en el hoyo 6 donde la remontada frenó de golpe. La ambición llevó a Rahm a esta situación. Buscar siempre alargar un metro más cada golpe y atacar constantemente la bandera le permitieron convertir un mal torneo, en un evento para recordar. Pero esta vez, esa estrategia jugó en su contra. Tras una regular salida, decidió buscar el green en el segundo golpe en un par cinco. Sin embargo, no acertó a la hora de golpear desde el rough y la bola, descontrolada, se fue al agua. Ese chapuzón fue un duro golpe para Rahm. Le dejó sin la posibilidad de convertirse en líder en solitario y le trajo el primer compromiso serio del día. El barrikoztarra no se amilanó y con un buen putt logró salvar el par.

A pesar de este tropiezo, Rahm mantuvo su buena tarjeta. Estaba de dulce, no así el hasta el momento líder sólido del torneo. Justin Thomas tuvo un día aciago, comenzó dubitativo, fue a menos con el paso del torneo y acabó desesperado. El golfista de Kentucky empezó a acumular malos golpes a partir del hoyo siete. Sus bogeys le hicieron perder la ventaja obtenida y eso permitió que Rahm estuviera por momentos liderando el torneo. Además, Rory McIlroy estuvo por debajo del cuarto puesto, lo que provocó que el vizcaino estuviera más cerca que nunca del número 1 del ránking mundial.

El juego de Rahm se estancó en la parte central del recorrido. Un bogey en el 11 y otro en el 14 redujeron sus opciones de victoria. La irrupción de DeChambeau y la solidez de Reed le dejaron en un segundo plano, a la espera del error de sus rivales. En el 15, el vizcaino tuvo la oportunidad de dar un zarpazo a la clasificación. Dos grandes golpes le abrieron una posibilidad de eagle, pero la bola se quedó a centímetros de entrar en el tercero. Situación que se volvió a repetir en los siguientes hoyos. Oportunidades perdidas por apenas unas pulgadas que fueron descartándole poco a poco de la victoria.

1. Patrick Reed 266 (-18)

2. Bryson DeChambeau 267 (-17)

3. Jon Rahm 269 (-15)

3. Erik van Rooyen 269 (-15)

5. Rory McIlroy 270 (-14)

6. Hideki Matsuyama 271 (-13)

6. Tyrrel Hatton 271 (-13)

6. Justin Thomas 271 (-13)

9. Billy Horschel 272 -12)

9. Kevin Na 272 (-12)