Bilbao - La oportunidad de ser el número 1 del mundo se le escapó a Jon Rahm en el Waste Management Phoenix Open. Las cuentas eran claras, solo valía la victoria para poder soñar con llegar a la cima del golf. Pero este no fue el torneo del vizcaino. Esta vez Scottsdale, un campo muy especial para él y que conoce a la perfección, no ejerció de aliado, todo lo contrario. El golfista de Barrika estuvo siempre lejos de la cabeza, con la necesidad de firmar una tarjeta de récord en la última jornada para poder optar a la victoria. No fue así y Rahm se quedó a seis golpes del ganador del torneo, el estadounidense Webb Simpson que venció en el play-off a Tony Finau. Pese a no competir por el título, Rahmbo mantuvo su tradición de esta temporada y volvió a acabar entre los diez primeros una vez más. La carrera hacia el número 1 tendrá que esperar por lo menos un par de semanas más, pero este noveno puesto le acercó otro pasito más.

Rahm tuvo que ir a remolque en todo el torneo. Le costó arrancar en cada jornada y eso le provocó tener que jugar para arreglar las tarjetas, alejándole de posibles ataques a la cabeza en las partes finales del recorrido. El vizcaino firmó un resultado de seis golpes mejor en los segundos nueve hoyos con respecto a los primeros. Solo en una ocasión lo hizo igual en las dos partes del recorrido. Fue el primer día y casualmente le tocó iniciar su vuelta desde el tee del 10. Con ese lastre, Rahm estuvo obligado a ir siempre de menos a más. Su feroz competitividad no le dejó tirar la toalla y ayer firmó su mejor golf en el desenlace del torneo. Su mal inicio le descartó de la victoria muy rápido, pero peleó hasta el final para recortar posiciones y acabar noveno gracias a sus cuatro birdies finales.

La necesidad de arriesgar y salir al ataque fue la única opción del vizcaino en la jornada final del Waste Management Phoenix Open. Sin margen de error. Rahm intentó arañar los primeros birdies y jugó agresivo. Un gran golpe en el par 3 del hoyo 4 le ayudaron a firmar un buen birdie. Pero su remontada finalizó ahí. En el hoyo 5 un mal golpe desde el tee se fue a la zona de arena que rodeaba las calles y sus esperanzas de alzarse con la victoria quedaron perdidas en el laberinto en el que entró con ese error. Salvó el bogey gracias a su talento, pero problemas con los greenes en el 7 y en el 9 le hicieron hundirse en la clasificación con otros dos hoyos por encima del par del campo.

Dejarse llevar hubiera sido lo más sencillo. Ya sin opciones y todavía con medio recorrido por jugar. Pero Rahm no sabe caer en la apatía. Continuó su lucha contra el campo, tratando de marcharse con la mejor sensación posible y escalar alguna posición por el camino. El mejor juego del vizcaino entró entonces en escena. Empezó a coger calles con más regularidad y con el putt estuvo acertado a la hora de culminar sus buenos hoyos. Los birdies cayeron a toda velocidad y fue a ritmo de un birdie cada dos hoyos. A Rahm solo le faltó poner la guinda en el 18, continuar con su racha y acabar de la mejor manera posible, lo que le hubiera llevado a ser octavo. Sin embargo, falló con su aproximación y no pudo firmar el par.

mazazo para finau El golf no siempre es justo con los jugadores. Tony Finau es un jugador que siempre está en la pelea, pero solo cuenta con una victoria en su palmarés como profesional y la logró hace cuatro años. La persigue y persigue pero siempre huye. Ayer el golfista tuvo todo a su favor para hacerse con el Waste Management Phoenix Open pero le sobraron dos hoyos. Webb Simpson acabó con dos birdies, el último de ellos con un espectacular golpe desde el green. Finau tuvo el putt para lograr el triunfo, pero la bola besó el hoyo y se quedó fuera.

El de Salt Lake City paso de tocar la gloria a meterse en la lotería del 'play-off' y ahí Simpson, henchido de moral por su recuperación, logró un birdie de primeras que Finau no pudo responder.