Amaneció ayer con el cielo avisando de que el calor iba a apretar. Y apretó con ganas, lo que, sin embargo, no impidió que los valientes que participaron en la carrera de obstáculos Azken Gudaria cruzaran la meta. Más de 450 personas tomaron la salida en las inmediaciones del polideportivo de Urreta, en Galdakao. Por delante, 30 obstáculos y algo más de 10 kilómetros de recorrido que les separaban de la meta, de la gloria, de la satisfacción de terminar una prueba tan dura. Y es que esa fue una de las palabras que más se escuchó en cada una de las llegadas a meta de los participantes, lo dura que había sido. Pero ese era uno de los objetivos de los organizadores, “que fuera una carrera divertida pero con un recorrido duro, que exigiera”, decía uno de ellos. Pasadas las 10.00 horas partían quienes participaban en la tanda élite. Minutos más tarde, el calor ya era bastante notable y todavía puso las cosas un poco más difíciles. El resto era esforzarse y confiar en que ese esfuerzo fuese suficiente para llegar, que no era poco. Unos veinte minutos más tarde salían el resto de participantes, al galope, rápido y con ganas de aventura. Tras un duro golpe de zona de monte el recorrido entraba de lleno en el casco urbano de Galdakao, donde estaban los obstáculos de herri kirolak, una de las novedades en este tipo de pruebas deportivas. En este sentido, la Azken Gudaria, con el patrocinio de DEIA, fue una suma de los habituales obstáculos como neumáticos, muros o pozas de agua y barro con varias modalidades del deporte rural vasco, que puso si cabe un plus de dificultad y vistosidad a la carrera. Sin duda, se puede decir que la Azken Gudaria cayó de pie ayer y demostró que tiene recorrido por delante. Tanto la organización como los participantes quedaron muy satisfechos con el resultado y en la meta muchos aseguraban que “había sido muy divertida”. En esto tuvieron también mucho que ver los herri kirolak, que “nunca los había visto en una prueba de estas y ha sido un punto muy a favor”, comentaba Asier Landart, que marcó el mejor tiempo con una hora y diecisiete minutos. Por detrás de él, Ekain Nogueira y Jon Fernández; y en categoría femenina, las mejores fueron Eider Alonso, Nekane Arroyo y Marina Del Río. En palabras de Landart, que ya hace dos años había ganado en la anterior carrera de obstáculos que se celebraba en Galdakao, “la prueba ha sido bastante dura” y coincidía con otros de los que llegaban a meta en que “la parte del monte ha complicado el comienzo de la carrera”. Sin duda, la Azken Gudaria, como comentaban antes de la prueba desde la organización “se trata de una prueba en la que puede participar todo el mundo con el objetivo de pasárselo bien. La gente debe quitarse el miedo de encima porque la puede realizar todo el mundo”. Y a pesar de las dificultades esa era también la idea, que se sufriera pero no fuese imposible. Antes de la carrera una cuadrilla de participantes de Galdakao contaba que “hemos venido sobre todo a disfrutar”. No obstante “solemos hacer deporte habitualmente”, algo que sí era indispensable vistas las dificultades que presentaban algunos obstáculos.

Algunos de los que más hicieron sudar a las y los deportistas ayer fueron los de herri kirolak, como el de lasto altxatzea o el levantamiento de un fardo que más de uno tuvo que levantar prácticamente tirado desde el suelo. Sea como sea, la cosa acabó bien y con ganas de más Azken Gudaria en Galdakao.