Getxo - Es usted cinco veces campeón del mundo de J80. ¿Nota que cada año tiene más presión?

-En el agua notas un poco que la gente sabe quién eres, pero cada vez que empiezo una regata no tengo más presión que en otra. Yo mismo me pongo la presión en cada regata, porque es mi forma de ser. Intento ganar siempre. Y la presión va con el deportista, creo. Otra cosa es saber llevarla o no. Yo creo que la sé llevar. Sí que es verdad que aquí, el tema mediático de ser favorito, nos perjudica un poco porque tienes el peso de haber ganado cuatro títulos mundiales seguidos, cinco en total. Pero no creo que sea definitivo, la verdad.

Habiendo ganado tanto, ¿se siente con mucho margen de mejora?

-Te voy a ser sincero. La realidad es que ahora mismo no estamos en nuestro mejor nivel en esta clase. Nosotros hemos trabajado mucho en esta clase en años anteriores y por motivos personales míos de trabajo, me dedico a la vela y navego en muchos barcos diferentes, no he tenido tiempo para dedicarle a esta clase en concreto. Realmente no había navegado en esta clase desde febrero. Y antes de febrero no había navegado desde el año pasado en el Mundial. Lo tengo un poquito abandonado, entre comillas, pero sí que es verdad que navego en otras muchas clases y me sirven para prepararme. Pero a nivel de equipo, por mi culpa, los he tenido un poco abandonados porque he estado viajando mucho, navegando en otros barcos, y me hubiese gustado venir un poco más preparado.

¿Cuál es el nivel que percibe en esta edición del Mundial?

-La verdad que cada Mundial es diferente. El nivel suele ser parecido. Sí es verdad que este año, con vientos flojos, las flotas se igualan muchísimo y es muy complicado marcar diferencias. Si te quedas atrás cuesta remontar y creo que todo eso pues hace un poco más bonita la competición, mucho más apretada, y creo que va a estar apretada hasta el final.

¿Qué opina de la sede de Getxo en comparación con otras?

-La veo increíble. Tanto la organización en tierra como en el mar está funcionando muy bien. Solo echo en falta un poquito de viento. Nosotros solemos ser una tripulación que con viento va bien. Con un poco más de viento creo que la navegación sería más agradable (risas). Pero por ahora está saliendo todo bien. Nos quedan aún tres días e igual sube el viento y podemos disfrutar un poco más.

¿Conocía Getxo?

-No, es la primera vez que vengo a este club y a esta bahía. Nunca había navegado aquí. Está muy bien. Es un campo de regatas muy difícil, hay un campo de corriente, hay bastantes roles, y así es mucho más divertida la competición.

¿Cómo vive el día a día de la competición?

-Nosotros somos un equipo que somos muy amigos. Mi mujer navega con nosotros y los demás somos amigos de la infancia. Tenemos una rutina bastante parecida siempre. Salimos de aquí y vamos a cenar. Damos una vuelta por ahí y nos vamos a dormir. Solemos ser de los que nos acostamos bastante pronto, somos bastante serios en eso. Otras tripulaciones apuran un poco. Nosotros no, porque estamos muy concentrados siempre en la regata. Yo estoy acostumbrado a competir en muchas clases diferentes y me gusta tener mi tiempo para descansar y para cosas mías personales. Y si después de la competición le dedicas mucho tiempo a pasear y eso, pues se te viene el tiempo encima y al final ni descansas. El descanso es importante.

¿Su equipo es el de siempre durante todos estos años o ha ido variando la tripulación?

-Al principio casi todos eran los mismos, pero en los últimos años ha ido cambiando alguna figura.

En su equipo parece que hay muchas opciones de ganar. ¿Ha tenido propuestas de gente que quiere formar parte de la tripulación?

-La verdad que no muchas. La gente seguramente piensa que el equipo es cerrado para muchos años y no me suelen decir si me falta gente porque saben que el equipo es el de siempre. Soy bastante fiel a mis tripulantes y por ahora mi intención no es cambiar de equipo.

Entonces, le gusta rodearse de la gente que conoce.

-Sí, yo creo que con mi equipo voy bien, para mí son los mejores, sin duda. Ellos me hacen mucho más fuerte a mí.

¿Con qué edad empezó a navegar? ¿Qué le empujó a ello?

-Bueno, empecé a los seis años en la clase Optimist, pero en plan para pasear. Y a los 9-10 años empecé a competir en esa misma clase pero en cadete. A los 15-16 años empecé en la clase Snipe. Más adelante vino ya J80 y un poco los cruceros. Ahora, J70 y un poco clase olímpica también. Hice una campaña olímpica de 470. En general, he navegado en muchas clases diferentes y siempre intento divertirme y pasarlo bien, y competir al máximo en cada una de ellas.

¿Se dedica exclusivamente a la vela o tiene algún otro trabajo?

-Antiguamente entrenaba a niños de Láser y Optimist, pero ahora solo hago regatas. A ver si puedo seguir muchos años dedicándome a esto, que la verdad es que me gusta mucho. Pero hay que mantener un nivel, hay que estar siempre con resultados para intentar que te contraten equipos fuertes de presupuestos grandes.

¿Tiene problemas para conseguir patrocinadores?

-La vela actual es más de armadores que de patrocinadores. Antes se veían muchas pegatinas de barcos que se costeaban con sponsor. Pero hoy en día funciona un poco más con armadores, que tienen su proyecto y forman sus equipos.

Para entrenar con su equipo, ¿cómo hacen?

-Somos todos de Lanzarote. Antiguamente navegábamos mucho más, quedábamos por las tardes. Todos se mantienen en forma y compiten en otras clases, y eso nos sirve para esta clase también. Ahora mismo cada uno se mantiene físicamente por su cuenta y vinimos aquí para preparar esto y ponernos a punto.

¿Cuál es la modalidad que más le gusta?

-Ahora estoy navegando más en J70. Lo que más he navegado este año es 42, 45, y J80 en este campeonato. Luego seguiremos con la temporada de J70, que tenemos el Mundial en octubre. Es una clase que también me gusta mucho, es parecida a esta pero un poco más técnica. El barco corre un poquito más, es más moderno. Ahora está como en auge.

¿Cuáles son sus siguientes objetivos?

-Cuando era pequeño tenía el sueño de la Copa América, como casi todos los niños. Tenía el sueño de las olimpiadas, pero es muy complicado. Estuve en un proyecto olímpico, pero no tuve el presupuesto necesario para continuar. Me hubiese gustado mucho, pero es muy complicado mantenerte. Un proyecto olímpico requiere mucho dinero anual para mantenerte tú, el proyecto, los viajes, embarcaciones, material, etc. Es un sueño que no es que se me haya ido, pero no me obsesiona. La vela profesional es lo que más me gusta. Me encantaría navegar en un TP 52 de caña, por ejemplo, o de táctico. Pero tampoco me he parado a pensar en eso. Estoy contento con lo que tengo, no me quejo mucho. Soy un afortunado. Me dedico a lo que me gusta, me va bastante bien y estoy contento con lo que hago.

¿Ha pensado hasta cuándo seguirá compitiendo?

-Manteniéndote físicamente, cuidándote y con una vida sana sobre todo, la vela tiene una edad muy larga en el tiempo, y soy un afortunado de poder dedicarme a un deporte en el que puedo durar muchos años.

¿Sigue dietas?

-Ahora mismo puedo comer casi de todo. Hace años me cuidaba mucho, cuando navegaba en vela olímpica tenía que estar muy delgado. Ahora estoy delgado pero no es porque haga mucha dieta, sino porque no suelo subir mucho de peso. Sí que hay momentos en los que he tenido que hacer dieta, pero ahora mismo no. El deportista siempre se cuida un poco, mentalmente porque te genera un poco de pánico subir mucho peso o estar en baja forma.

¿Qué suele hacer para desconectar de la competición?

-Me gusta mucho disfrutar de la isla, de mi familia y sobre todo de mi perro, que me encanta. La verdad que es como un hijo para mí. Lo que más me gusta quizás es coger olas con la tabla de windsurf.

“La sede de Getxo está siendo increíble; el campo de regatas es muy complicado, la competición es divertida”

“Ahora mismo, por mi culpa, por motivos personales de trabajo, no estamos en nuestro mejor nivel”

“Soy bastante fiel a mis tripulantes; para mí, mi equipo es el mejor, ellos me hacen mucho más fuerte”