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Muchísima tela que cortar en el Grupo B de la Eurocopa

En un Grupo B de elevadísimo nivel competitivo, España, Croacia e Italia, actual campeona, están llamadas a protagonizar una encarnizada lucha por acceder a octavos de final, con Albania varios pasos por detrás sobre el papel

Muchísima tela que cortar en el Grupo B de la EurocopaANTONIO COTRIM

Con todos los ingredientes necesarios para ser calificado como el grupo de la muerte de esta Eurocopa, España, Italia y Croacia están llamados a luchar a brazo partido para avanzar a octavos de final desde este Grupo B, con Albania ejerciendo el papel de cenicienta sin ninguna presión y con deseos de amargar la existencia a tres selecciones de campanillas. Los de Luis de la Fuente apuestan por la juventud para tratar de reverdecer viejos laureles y esta pasada semana se han inyectado un chute de autoestima con dos goleadas ante selecciones de bajo nivel competitivo: 5-0 a Gibraltar y 5-1 a Irlanda del Norte. Italia llega como casi siempre subida a lomos de un estado anímico rebosante de dientes de sierra, con una mochila en la que tienen cabida tanto el orgullo de ser la última campeona continental como la deshonra de haberse quedado fuera de los dos últimos Mundiales. Croacia, siempre competitiva y capaz de dar lo mejor de sí misma en los momentos de la verdad, quiere trasladar a la Eurocopa sus excelentes andanzas en los dos últimos campeonatos planetarios mientras trata de exprimir las últimas gotas de fútbol de una generación gloriosa. Y por último, sobre el papel, están los albaneses con Sylvinho al mando, quienes intentarán pescar en río revuelto si alguna de sus gigantescas competidoras comete el error de relajarse ante ellos. En la fase de clasificación ya demostraron que no venden barata su piel.

España

Una necesaria apuesta por la juventud

La época de gloria que llevó a la selección española a completar un ciclo vencedor de dos Eurocopas y un Mundial ha quedado ya sepultada en el tiempo. Sus últimas apariciones en grandes competiciones internacionales se han saldado con resultados mucho más pobres salvo la semifinal en el último evento continental y el éxito en la Liga de Naciones el pasado año. Ahora, desembarca en Alemania apostando claramente por la juventud, con la mayoría de sus opciones competitivas descansando en la capacidad de desequilibrio en las bandas del rojiblancoNico Williams (21 años) y Lamine Yamal (16) y la recuperación física del barcelonista Pedri (21) para que mezcle en la medular con Rodri, que en el Manchester City no para de ganar galones como batuta contrastada en el panorama mundial. A ambos extremos les sobran desparpajo, tablas, velocidad, verticalidad y gusto por encarar al rival a la más mínima oportunidad que se presenta como para llevar sobre sus hombros la responsabilidad de generar una importante parte del caudal ofensivo de un colectivo que en tiempos pretéritos abusó del toque por el toque, del cansino juego horizontal.

Al igual que en otras muchas selecciones, una de las incógnitas de España radica en la capacidad para facturar goles desde la posición de nueve, con Álvaro Morata ocupando en principio ese rol y Mikel Oyarzabal esperando su oportunidad después de haber perforado las redes rivales en cuatro ocasiones esta última semana. Con Unai Simón perfectamente asentado en la portería -el tercer jugador del Athletic en la convocatoria de De la Fuente, Dani Vivian, esperará en el banquillo por si es necesario su concurso en la zona central de la defensa-, laterales con recorrido a los que les gusta proyectarse al ataque y soluciones interesantes entre aquellas piezas que a priori no están llamadas a figurar en el once titular, también será importante la experiencia que puedan aportar los jugadores más curtidos en este tipo de batallas deportivas en un ecosistema de notable juventud, sobre todo si las cosas se tuercen en algún momento. Jesús Navas, Dani Carvajal, Nacho, Aymeric Laporte o los propios Morata y Rodri se las han visto de todos los colores tanto a nivel de clubes como de selecciones y tendrán bastante que decir en este sentido. La primera piedra de toque, el próximo sábado ante la ambiciosa y siempre competitiva Croacia, supone ya un examen de considerable exigencia.

CROACIA

Apurando el fútbol de su generación dorada

Croacia se ha acostumbrado a brindar notables alegrías futbolísticas a su afición en los últimos tiempos. Subcampeona en el Mundial de 2018, tercera en la edición de 2022 y finalista de la última Liga de Naciones ante España, ha sido precisamente en las Eurocopas donde no ha acabado de conseguir su mejor nivel competitivo, quedándose anclada en los octavos de final en las dos últimas ediciones cuando sus expectativas eran bastante superiores. En tierras alemanas intentará apurar las últimas gotas de magia futbolística que les quedan a los componentes de su generación dorada, liderada a sus 38 años por el eterno y eficaz Luka Modric.

Junto al centrocampista del Real Madrid, poseedor de un palmarés individual y colectivo envidiable, se mantienen activos varios de los miembros de esa gloriosa vieja guardia como el portero Dominik Livakovic (Fenerbahce), el defensa central Domagoj Vida (AEK Atenas), los centrocampistas Mateo Kovacic (Manchester City), Marcelo Brozovic (Al Nassr) e Ivan Perisic (Hadjuk Split) o el delantero Andrej Kramaric (Hoffenheim). Además, se han sumado a la causa jóvenes valores como Josko Gvardiol (Manchester City) mientras en el banquillo sigue como gran planificador y mente pensante un Zlatko Dalic con merecido tratamiento de leyenda en su país atendiendo a los notables éxitos cosechados bajo su mando.

Tras clasificarse para la presente Eurocopa como segunda de grupo, únicamente superada por Turquía, acumula seis encuentros sin perder, con su última derrota datando del pasado 15 de octubre en su visita a Gales. En los choques amistosos de la pasada semana firmó una previsible victoria contra Macedonia (3-0) en Rijeka, mostrando sus credenciales en el 1-2 del sábado ante Portugal.

ITALIA

Capaz de lo mejor, pero también de lo peor

Donnarumma detiene un balón ante Gales.

Hace no demasiado tiempo, pensar en la posibilidad de que Italia no se clasificara para dos Mundiales seguidos se consideraría irreal, más aún con un título de Eurocopa de por medio. Sin embargo, así ha sido en los últimos años el ecosistema de extremos en los que se ha movida una selección sin término medio, capaz de lo mejor pero también de los peor y siempre rodeada de polémica y decisiones complicadas de entender. Un escándalo de apuestas le impedirá contar con uno de sus mejores jugadores, el centrocampista del Newcastle Sandro Tonali -Nicolo Fagioli, también sancionado, sí ha podido entrar en la convocatoria-, hace menos de un año Roberto Mancini dimitió por sorpresa tras cinco años ocupando el cargo de seleccionador y hubo que recurrir casi de urgencia a un Luciano Spalletti que tras ganar el Scudetto con el Nápoles parecía encaminarse a un año sabático, ya no están jugadores legendarios como Leonardo Bonucci o Giorgio Chiellini, tampoco clásicos como Marco Verratti o Ciro Inmobile...

Y pese a todo, descartar de buenas a primeras a Italia puede ser una temeridad imperdonable, aunque su potencial futbolístico parece haber bajado demasiados enteros. De hecho, su clasificación para esta Eurocopa se logró con un desenlace taquicárdico en la última jornada, cosechando un empate sin goles en Leverkusen ante Ucrania, que finalmente entró en la repesca, y con polémica incluida en el tiempo de descuento por un posible penalti a un jugador rival. Gianluigi Donnarumma, decisivo en el último título continental, se mantiene bajo los palos pese a que no acaba de ser el portero de época que prometía en sus primeros años y el colectivo necesitará que jugadores como Nicolo Barella o Federico Chiesa jueguen a su mejor nivel porque no va sobrado en absoluto de jugadores con capacidad para el desequilibrio, a lo que se suma además sus importantes problemas de falta de gol en la delantera, con Gianluca Scamacca y Giacomo Raspadori teniendo que dar un paso al frente.

Albania

La ‘cenicienta’ no tiene nada que perder

Sylvinho, seleccionador de Albania, junto a Luciano Spalletti.

Para Albania, que hasta este momento contaba con la Eurocopa de 2016 como único gran torneo internacional en su currículum, competir en Alemania es ya todo un logró, conseguido además con absoluto merecimiento y notable autoridad como primera clasificada de un grupo en el que competía con República Checa y Polonia, entre otros combinados. El brasileño Sylvinho, seleccionador desde noviembre de 2023, apuesta claramente por el juego colectivo en un conjunto con diez jugadores que compiten en la Serie A italiana. Sin ningún tipo de presión y con la esperanza de dar algún disgusto a sus rivales, jugadores como Kristjan Asllani, centrocampista del Inter, o los defensas Elseid Hysaj (Lazio) y Berat Djimsiti (Atalanta) buscarán lucir junto al catalán del Rayo Vallecano Iván Balliu, que tiene antepesados en el país. Atentos en ataque a Armando Broja, punta del Chelsea cedido en el Fulham.