El sueño de la permanencia en LaLiga SmartBank terminó de la forma más dura y abrupta posible para el Amorebieta en la noche del sábado. El descorazonador 5-0 con el que un despiadado Cartagena castigó a los azules certificó a falta de una jornada el descenso matemático de un equipo que aspiraba a llegar con vida a la última cita del curso en Lezama. Y lo hubiera conseguido en caso de victoria en el Municipal de Cartagonova, pues el Málaga falló en La Rosaleda ante un Burgos que se adjudicó los tres puntos pese a no tener nada en juego. Sí lo tenía y mucho el conjunto zornotzarra, que encajó la derrota más abultada de la temporada en el peor momento posible. Solo valía ganar y se quedaron más lejos que nunca de lograrlo los de Haritz Mujika, sin opciones de salvación ya en un ejercicio que ha exigido al máximo al colectivo desde la jornada inaugural del campeonato allá por el 14 de agosto de 2021.

Arrancó entonces, en la visita a un poderoso Girona que se impuso 2-0, la primera experiencia del Amorebieta en el fútbol profesional. Pagaron los de Urritxe la novatada con un aviso a navegantes que resultó premonitorio. El que perdona en LaLiga SmartBank, lo paga. Y vaya si lo han hecho los zornotzarras, penalizados al máximo por una serie de deficiencias propias que han estado acompañadas por un sinfín de polémicas decisiones arbitrales en contra. Si bien las causas de un descenso nunca pueden atribuirse en exclusiva al estamento arbitral, lo cierto es que la colección de injusticias a la que se ha visto sometido el equipo vizcaino ha tenido un peso considerable en el devenir de una temporada en la que cada punto tenía una importancia sideral.

Las quejas relacionadas con los arbitrajes y el videoarbitraje han sido una constante durante nueve largos meses de competición en los que los azules, cierto es, no han sido capaces de solventar dos problemas mayúsculos que han sido determinantes a la postre. Uno de ellos obedece al pobre bagaje a domicilio y el otro, a la falta de contundencia en las áreas, mal endémico maquillado solo en los últimos compromisos en Lezama, donde el Amorebieta consiguió hacerse fuerte finalmente al enlazar cuatro triunfos consecutivos que serán cinco en caso de superar también a la Ponferradina en la última jornada. Ni en la definición de cara a la portería rival, ni en el apartado defensivo han podido los de Urritxe dar el paso al frente que demandaba una mas que compleja situación deportiva que se llevó por delante a Iñigo Vélez de Mendizabal el pasado 8 de marzo.

La entidad presidida por Jon Larrea, impulsada por la recomendación de la dirección deportiva liderada por Asier Goiria, puso el punto final a tres años y medio del preparador gasteiztarra a los mandos de un Amorebieta que figuraba entonces en vigésima posición en la tabla a siete puntos de la permanencia. La sorpresiva apuesta por su segundo de a bordo, Haritz Mujika, generó un desconcierto generalizado que, sin embargo, se ha traducido en los dos últimos meses en un mayor rendimiento como local al que solo le ha faltado una mejoría a domicilio.

Los dos puntos sumados en los ocho últimos compromisos como visitantes para un total de 11 puntos de 63 posibles lejos de Lezama, con una única victoria a celebrar en toda la campaña han condenado definitivamente a los azules, pues han sido insuficientes para mantener el paso en una categoría en la que no ha bastado la extraordinaria sociedad formada por Gaizka Larrazabal y Gorka Guruzeta.

FUTURO POR DEFINIR

Las trece dianas del punta donostiarra y las seis asistencias del carrilero bilbaino han sido las aportaciones más destacadas a título individual en una plantilla que apunta a sufrir una nueva revolución tras los numerosos cambios que tuvo el bloque para hacer frente al salto de categoría.

La experiencia, convertida en continuo aprendizaje sin final feliz, dará paso a un futuro inmediato en Primera Federación que se presenta incierto a día de hoy. A la espera de conocer si el equipo podrá competir de nuevo en Urritxe en un deseado regreso a casa, las oficinas del club volverán a echar humo a fin de armar un plantel de lo más competitivo con la ilusión de volver a LaLiga SmartBank con la lección aprendida.