El Amorebieta se ha clasificado por segunda vez en su historia para la fase de ascenso a Segunda División, tras la disputada en 2012, cuando cayeron a la primera ante la Balompédica Linense. Los azules se volverán a topar con un equipo andaluz, el Linares Deportivo jienense, en la primera ronda de un play-off que se celebrará en cuatro estadios de Badajoz. Para culminar la gesta que supondría para una entidad humilde como la zornotzarra alcanzar la categoría de plata, necesita superar dos eliminatorias a partido único. El estreno tendrá lugar el sábado a las 22.00 horas en el Nuevo Vivero.

Están a dos triunfos de subir a Segunda. No suena mal, ¿no?

—La verdad es que no. Pero primero tenemos que ganar al Linares, estamos deseando que llegue el partido. Una vez lo consigamos, ya hablaremos del siguiente.

A comienzos de curso no entraban en las quinielas para colarse entre los 16 mejores de los 102 equipos de la categoría. ¿Ustedes se veían con opciones?

—Sabíamos que podíamos realizar un gran año por la planificación que hicimos, por la inercia del curso pasado y porque habíamos hecho un gran bloque. Ha sido una temporada extraña y rápida, en la que todo nos ha salido bien desde el principio y nos hemos mantenido arriba. Pero meternos en Primera RFEF a falta de una jornada para acabar la primera fase ya tuvo mucho mérito. Está claro que no éramos uno de los favoritos para entrar en esa categoría y mucho menos para clasificarnos al play-off.

En esa planificación que destaca, en verano convencieron a la mayor parte de la plantilla para que siguiera tras el buen campeonato que realizaron el pasado curso hasta que el covid lo detuvo todo.

—A diez jornadas del final estábamos a 5 puntos del play-off y con inercia hacia arriba. Nos perjudicó, como a todo el mundo. Pero nos pusimos manos a la obra para intentar mantener el bloque y traer jugadores que encajasen en nuestro modelo de juego. Estoy muy agradecido a los futbolistas que se quedaron, porque hicieron un esfuerzo económico. A los fichajes sabíamos que económicamente tampoco les podíamos convencer, pero sí deportivamente. Y apostaron por venir. Gracias a ese convencimiento de todos estamos realizando una temporada muy bonita.

¿Cuáles cree que están siendo las claves del éxito?

—Como comentábamos, una de ellas es la planificación y el hecho de conseguir este bloque. La unión que hay en el vestuario y que tenemos muy claro lo que somos y a lo que jugamos también son importantes.

¿Qué tal llegan al ‘play-off’?

—En el mejor momento. En la segunda fase no hemos perdido, sumando tres victorias y tres empates. Tras el partido del domingo en Calahorra todos han tenido sus minutos, todos quieren jugar el play-off y llegan muy enchufados.

Anímicamente, el vestuario estará eufórico.

—Sí, porque vamos alcanzando objetivos difíciles que fuera del vestuario eran impensables. Primero ese ascenso a la Primera RFEF, ahora meternos en play-off... Lo vamos a disfrutar, por supuesto, pero vamos a competir a muerte para intentar llegar lo más alto posible.

El sábado se medirán al Linares. ¿Qué saben del cuadro andaluz?

—Hoy en día hay mucha información, existen plataformas que nos permiten ver sus partidos. Analizaremos al rival lo mejor posible, pero teniendo en cuenta que lo más importante somos nosotros mismos. Tenemos que hacer lo de todo el año. Confiar en nuestro juego, apretar, crear ocasiones, ser efectivos y ganar.

¿Qué supondría para el Amorebieta ascender a Segunda?

—Ahora mismo estoy centrado en el Linares y nada más, pero está claro que sería un bombazo. No solo para el Amorebieta, sino para todo el fútbol modesto. Creo que somos el equipo de menor presupuesto del play-off y la localidad de menor número de habitantes. Nos hemos colado entre los 16 mejores de 102, que se dice pronto. Ya es una temporada para recordar, pero creo que mucha gente se alegraría por ver que no solo cuentan los presupuestos, que también es importante la ilusión y el trabajo.

En caso de lograr la gesta, ¿cree que el club podría cumplir los requisitos para participar en la división de plata? En cuanto a estadio, presupuesto...

—Yo creo que sí, no me quita el sueño. Ya ha habido equipos que han subido y han tenido que mejorar sus instalaciones. También habría una importante inyección económica por las televisiones y ese tipo de cosas. Que ascender a Segunda sea el mayor problema que tengamos.

Pase lo que pase, campaña sobresaliente la de su equipo.

—Sí, pero ahora que estamos ahí queremos más. Sabemos que estamos haciendo una gran temporada y tiene mucho mérito, pero el equipo es ambicioso y está convencido de ello. No nos vamos a relajar, sino todo lo contrario.

La pena es que hayan tenido que vivir a puerta cerrada un curso así.

—Pues sí, porque un club humilde como el Amorebieta no pelea por objetivos así todos los años. Las temporadas anteriores han sido buenas, pero una campaña en la que ganas tantos partidos y te metes en play-off hubiese estado bien que la gente del pueblo la hubiese disfrutado en Urritxe.

Se acerca el verano y los equipos planifican la 2021-22. ¿Le están saliendo muchas ‘novias’?

—No, estoy a lo que estoy y no me preocupa. Cuando acabe la temporada, como siempre hemos hecho, hablaré con el director deportivo (Asier Goiria) y con el presidente (Jon Larrea) y veremos lo que hay. Pero ahora mismo le doy cero importancia a eso. Estoy totalmente centrado en el Amorebieta y en el partido ante el Linares.

“Las claves del éxito están siendo la planificación, la unión y tener claro lo que somos y a lo que jugamos”

“No éramos de los favoritos para entrar en el ‘play-off’, pero sabíamos que podíamos realizar un gran año”

“Subir a Segunda sería un bombazo para el Amorebieta y el fútbol modesto, pero solo pienso en ganar al Linares”