Barcelona 3

Sevilla 0

BARCELONA: Ter Stegen; Mingueza (Min. 78, Junior), Piqué, Lenglet; De Jong, Sergio Busquets (Min. 78, Ilaix), Dest (Min. 63, Griezmann), Jordi Alba, Pedri (Min. 89, Braithwaite); Dembélé (Min. 89, Trincao) y Messi.

SEVILLA: Vaclik; Aleix Vidal (Min. 54, Navas), Koundé, Diego Carlos, Acuña (Min. 54, Rekik); Fernando, Jordán (Min. 106, Munir), Oliver Torres (Min. 62, Ocampos), Suso (Min. 79, Papu Gómez); En-Nesiry y Luuk de Jong (Min. 54, Rakitic).

Goles: 1-0: Min. 12; Dembélé. 2-0: Min. 93; Piqué. 3-0: Min. 95, Braithwaite.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano). Expulsó a Fernando por doble amonestación (min. 37 y 92), a Óscar Caro, preparador físico del Sevilla, con roja directa (min. 101) y a Luuk de Jong (min. 102), una vez cambiado por Julen Lopetegui. Mostró tarjeta amarilla a Mingueza, Jordán, Koundé, En-Nesiry y Trincao.

Incidencias: Partido de vuelta de la Copa, disputado en el Nou Camp a puerta cerrada.

El Barcelona ha hecho de la supervivencia un arte en esta Copa hasta colarse en la final, para la que espera al rival que saldrá del Levante-Athletic de este jueves. En cuartos contra el Granada, los de Ronald Koeman perdían por 2-0 en el minuto 88 y resurgieron de sus cenizas y el miércoles, en el 92, estaban también eliminados -el tempranero 1-0 de Ousmane Dembélé era insuficiente- pese al acoso al que habían sometido a un Sevilla descompuesto en la primera parte y mucho más entero en la segunda, en la que había fallado un penalti que pudo dar carpetazo a la semifinal. Parecía que los azulgranas iban a morir ahogados en la orilla, pero un gol de cabeza de Gerard Piqué en el 93 a centro de Antoine Griezmann insufló aire en sus pulmones y hundió a los de Julen Lopetegui, que en el tiempo de descuento tomaron horribles decisiones y no fueron capaces de dormir el partido. Poco después de arrancar la prórroga, Martin Braithwaite hizo el 3-0 y los visitantes no tuvieron capacidad de respuesta salvo en una jugada en la que clamaron por un penalti por mano de Clement Lenglet.

El Sevilla defendía el 2-0 de la ida pero no acertó ni en el planteamiento ni en la ejecución. Cedió totalmente la primera mitad al Barcelona con una presión elevada que fue absolutamente estéril y solo la falta de eficacia de los azulgranas de cara a la meta de Vaclik evitó un castigo mayor que el 1-0 en el ecuador del tiempo reglamentario. Lopetegui recogió cable en la segunda mitad, junto más sus líneas y los de Koeman perdieron verticalidad y capacidad de fuego, pero el penalti que Marc-André Ter Stegen detuvo a Lucas Ocampos dejó una rendija abierta que el Barça aprovechó para colarse en la final.

El conjunto azulgrana se hizo amo y señor del partido desde el pitido inicial. El Sevilla salió a buscarle arriba, pero sin orden ni concierto, y los de Koeman, moviendo el balón con velocidad y precisión, se plantaban en el área rival casi sin querer. El propio Dembélé, en su salsa con tanto terreno por delante para galopar y con Pedri y Messi muy sueltos sirviéndole balones, dispuso de hasta tres ocasiones antes de abrir el marcador en el minuto 12 con un golazo desde fuera del área que se coló por la escuadra tras rozar a un rival. A los de Lopetegui el balón les duraba un suspiro y el Barça se desenvolvía a placer. Los visitantes trataron de reaccionar, pero las ocasiones de gol siguieron siendo de los locales, con Acuña sacando una de Messi bajo los palos.

Con el Sevilla más junto y defendiendo en bloque bajo, el Barça ya no tuvo tantas alegrías tras la reanudación y hasta la posesión fue más dividida. Jordi Alba pudo hacer el 2-0 con un remate acrobático que se fue al larguero, pero en el minuto 72 Óscar Mingueza cometió penalti sobre Ocampos tratando de cortar un contraataque. Sin embargo, Ter Stegen detuvo la pena máxima al argentino y el Sevilla acabó pagando el regalo. En el 92, con el Barça jugando a tumba abierta, Fernando acabó expulsado al frenar a Trincao al borde del área. El disparo de Messi acabó en córner, Diego Carlos despejó mal el remate que se marchaba por línea de gol y el balón llegó a Griezmann, que centró para que Piqué marcara el 2-0. Al de cinco minutos de inaugurarse la prórroga, Braithwaite coló la bola entre las piernas de Vaclik, el Sevilla se desquició con el penalti no pitado por mano de Lenglet y el tiro final de Koundé no inquietó a Ter Stegen.