ALAVÉS: Pacheco; Ximo (Min. 83, Deyverson), Laguardia, Lejeune, Aguirrebabiria (Min. 46, Duarte); Manu, Édgar (Min. 72, Rioja), Pina, Córdoba (Min. 46, Pellistri); Joselu y Lucas Pérez.

OSASUNA: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Aridane, David García, Juan Cruz; Oier, Torró (Min. 77, Moncayola), Roberto Torres, Rubén García (Min. 87, Unai García); Budimir (Min. 87, Enric Gallego) y Calleri (Min. 66, Kike Barja).

Gol: 0-1: Min. 78; Kike Barja.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Mostró cartulina amarilla a los locales Pina y Lucas Pérez; y a los visitantes Unai García, Nacho Vidal, David García y Juan Cruz.

Incidencias: Partido disputado en Mendizorrotza, sin público.

- Osasuna y Alavés dibujaron ayer un duelo en Mendizorrotza poco o nada estético, caracterizado por la densidad, por las disputas y las interrupciones en el juego. Un partido que responde a la lógica de quienes se aproximan al desenlace de la temporada con la soga al cuello, porque cada punto es gloria bendita. Un dato que puede reflejar lo que aconteció es que el conjunto babazorro, más necesitado si cabe que los rojillos, por eso de estar al filo de los puestos de descenso, realizó su primer disparo entre los tres palos en el tiempo añadido. Ante esta productividad ofensiva, fue Osasuna quien se embolsó los tres puntos, muy valiosos, por supuesto, para poner de tierra de por medio.

El encuentro amaneció plagado de disputas aéreas, sin un dueño que instalara el balón en el piso. Si acaso, fue el Alavés, tal vez por eso de jugar como local, quien trató de llevar el dominio. Pero los centrocampistas de uno y otro conjunto veían pasar el balón sobre sus cabezas como quien ve aviones volando.

La propuesta similar de ambos equipos, empeñados en no asumir riesgos, propició la densidad. Los rojillos pudieron abrir el partido en el 36, cuando Florian Lejeune y Laguardia, a remates de Budimir y Calleri, evitaron el gol sobre la línea en la doble ocasión más clara del primer tiempo.

Abelardo buscó reacciones con dos cambios en el descanso, pero de nuevo Calleri pudo aventajar a los suyos nada más reanudarse el encuentro. Pellistri dio cierto aire al equipo local, pero los visitantes estaban más cerca del gol. De hecho, en el 78 los rojillos encontraron el premio al mayor número de aproximaciones. Kike Barja marcó un tanto muy propio del partido, con algo de fortuna y el balón entrando a trompicones.

El Alavés, entonces sí, sin nada que perder, se lanzó a por el empate. Pudo encontrarlo en el único remate entre los tres palos, en el descuento, cuando Lucas Pérez y Joselu Mato combinaron pero se toparon con Sergio Herrera.

“Ha sido un palo duro”, declaró Abelardo, que admitió que la situación “es difícil, complicada”. Y es que su equipo durmió a un punto de las posiciones de descenso y pendiente de lo que hagan hoy el Elche y el Valladolid. La otra cara de la moneda fue Arrasate, que calificó el botín como “tres puntos de oro”. Es “un paso de gigante” hacia la salvación, añadió. El colchón para los rojillos es de 7 puntos.