El joven delantero francés Kilyan Mbappé se ha convertido pese a su precocidad en una de las principales figuras del fútbol mundial, dentro y fuera de los terrenos de juego, tanto que ya ha dado el salto y se ha situado en las listas de ganancias anuales que ha anunciado Forbes en la cuarta plaza, a sus 21 años, tras los tres reyes del mercado, Leo Messi, Cristiano Ronaldo y su compañero de equipo Neymar.

Mbappe es un auténtico fenómeno. Es el auténtico objeto de deseo de los grandes, especialmente del Real Madrid, si no sigue en el París Saint Germain, a donde llegó en 2017 procedente del Mónaco. Es el jugador más codiciado por edad y potencial futbolístico.

Desde que compareció en la escena futbolística nacional e internacional su progresión ha sido constante y su nombre ha acaparado portada tras portada. A día de hoy su presente está en el Parque de los Príncipes pero su futuro está abierto. El Real Madrid ha sido desde el primer instante el gran interesado en hacerse con sus servicios. Acaba contrato en junio de 2022 con el PSG y parece que no va a renovar. Pero los demás grandes acorazados del fútbol europeo y mundial también le pretenden.

El futbolista parisino nunca ha ocultado su disposición a jugar algún día en el Real Madrid, y sabe que desde hace tres años Florentino Pérez, el presidente del club blanco, lo tiene en sus planes para que se convierta en el futbolista referencial para una época.

El pasado lunes The Times publicó que el delantero galo ha pedido al PSG flexibilidad y comprensión al club para que le deje salir en 2021, un año antes de que termine su contrato, lo cual da a entender que Mbappe tiene tomada la decisión de dar el salto a uno de los clubes más icónicos del fútbol mundial. La cuestión es saber si lo hará un año antes de terminar el contrato, con lo cual el jeque Nasser Al-Khelaïfi, presidente de la entidad controlada por Catar, podrá rentabilizar su costoso fichaje (180 millones de euros).

Tampoco sería extraño una contraoferta extratosférica del PSG, o que Mbappé pudiera terminar en el Barça o Liverpool, clubes que han surgido como posibles destinos tras conocerse la decisión del jugador de poner plazos a su marcha.

Su progresión, como es obvio de una figura rutilante como es el francés, ha ido acompañada del crecimiento económico. En la afamada lista Forbes se ha situado en este 2020 en la cuarta plaza con unas ganancias de 42 millones de dólares (35,3 millones de euros), cada vez más cerca de un podio que cierra su compañero Neymar.

El brasileño, que ha cambiado de marca deportiva, figura en la tabla con 96 millones de dólares (80,7 millones de euros).

De Gea, décimo en ganancias

Como no podía ser menos, las dos grandes figuras del fútbol de los últimos tiempos comandan la lista. Leo Messi, que tras varias semanas de zozobra decidió seguir esta temporada al menos en el Barcelona, es el líder con 126 millones de dólares (105,9 de euros), en tanto que el portugués Cristiano Ronaldo, delantero del Juventus, figura con 117 (98,3).

El egipcio Mohamed Salah, referencia del Liverpool de Jurgen Klopp, queda ya tras Mbappe, con 37 millones de dólares (31,1), y el francés Paul Pogba, centrocampista del Manchester United que también estuvo en los planes del Real Madrid, figura a continuación con 34 (28,5), justo por delante de su compatriota Antoine Griezmann, atacante del Barcelona, quien acumula 33 (27,7).

El galés Gareth Bale, jugador mejor pagado del Real Madrid, también sigue a día de hoy en el equipo de Zinedine Zidane, para el que no cuenta, como ha quedado demostrado desde hace tiempo, y de donde quiere salir desde la pasada campaña. Figura después en la lista Forbes con 29 millones de dólares (23,3 de euros).

El décimo y mejor futbolista español en la lista de ganancias es David de Gea, portero del Manchester United, con 27 millones.