- El fútbol francés busca soluciones después de que el Gobierno diera por terminada la actual temporada a causa de la pandemia del covid-19, lo que deja a algunos clubes al borde del precipicio financiero y al tiempo genera disputas por la atribución de las plazas europeas.

La agitación es máxima. El presidente del Saint-Etienne, Bernard Caïazzo, que también encabeza la asociación de clubes de primera división, aseguró que “tras la decisión del Gobierno la prioridad es la supervivencia económica de los clubes”. “Nos han dicho que no podremos jugar, pero ahora tienen que garantizarnos ayudas. Nos privan de ingresos y no sabemos qué va a pasar con los gastos”, agrega.

El principal escollo está en el cobro de los derechos de televisión de la actual temporada. La LFP calcula que el fútbol francés dejará de ingresar 650 millones de euros.

Muchos equipos, como el PSG, no logran convencer a sus estrellas de que se bajen el sueldo, al tiempo que ven que está dispuesto a continuar en la Champions aunque eso suponga jugar sus partidos en el extranjero (ya se especula con Catar), una declaración desesperada que no parece encontrar hueco en un contexto de limitación de los desplazamientos. En la misma situación está el Lyon, que aún debe jugar la vuelta de los octavos de final en Turín ante la Juventus (1-0 en la ida).

El Ministerio de Deportes francés dejó una rendija abierta a que se juegue en agosto, siempre que sea a puerta cerrada, una solución que puede servir más para avanzar el lanzamiento de la próxima temporada, señaló Caïazzo. Porque el salvavidas del fútbol francés puede estar en los más de 1.000 millones de euros anuales que a partir de la próxima temporada pagará el grupo español Mediapro por los derechos de retransmisión, un récord para el fútbol galo.

Mientras, algunos presidentes no se resignan a dar por terminada la temporada, sobre todo porque sus equipos pierden así la opción de clasificarse para las competiciones europeas. El más combativo en ese campo de batalla es el presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, cuyo equipo es séptimo y que exige que se acabe la temporada. Lo mismo que el Lille, que es cuarto a un punto del Rennes, tercero, el último que obtendría billete para la Liga de Campeones.