nápoles - Leo Messi, que competirá hoy con el número 10 en el San Paolo, el santuario entre los años 80 y 90 del ídolo eterno de la hinchada napolitana Diego Armando Maradona. Si la afición del Nápoles recibió con máximo cariño al astro argentino, también desde el club llegó una lluvia de elogios a Messi. "Actualmente Messi es el mejor del mundo, pero no le comparo con Maradona porque para nosotros los napolitanos Diego es sagrado. En este momento Messi es el mejor de todos", afirmó Lorenzo Insigne en la rueda de prensa de la víspera, organizada en el centro deportivo del Nápoles en Castel Volturno.

Unas palabras de elogio a las que se sumó el técnico Gennaro Gattuso. "Lleva muchos años siendo el jugador más grande. Es el más grande no solo a nivel técnico, sino por como vivió su carrera. Nunca dijo una palabra equivocada, siempre perfecto. Es increíble. Hace cosas que solo veo en la Play Station y le veo hacer cosas impensables", afirmó Gattuso. Todo ello, sin atreverse con comparaciones con Maradona: "Diego es el dios del fútbol", aseguró.

Lo cierto es que el Barça regresa a la Champions para jugar ante uno de los equipos más populares de Italia, el Nápoles y no faltarán las comparaciones con Maradona de Lionel Messi, a su vez santo y seña de los culés, y cuyas actuaciones están llevando a su equipo a un resurgir después de que sus cuatro goles el fin de semana pasado contra el Eibar (5-0) ayudasen al Barça, gracias a la carambola de la derrota del Real Madrid, a recuperar el liderato de LaLiga.

El Barcelona viajó con 21 jugadores a Nápoles, donde jugará por primera vez un partido oficial, pero sin muchas posibilidades de hacer un equipo titular con muchas variantes. El Barça vuelve a afrontar un partido muy justito de mimbres debido a las lesiones, las últimas, de los dos laterales titulares (Sergi Roberto y Jordi Alba). En sus puestos, Nelson Semedo y Junior Firpo, están llamados a salir en el equipo titular.

El partido será de máxima exigencia, pues el Nápoles de Gennaro Gattuso, que sustituyó el 11 de diciembre a Carlo Ancelotti, no tiene un rumbo firme, al haber ganado cinco partidos, pero perdidos otros cinco, alternando situaciones de lo más variopinta.

La trayectoria de los azulgranas es mucho más firme y consistente en el último tramo de temporada, especialmente en la Liga, donde tras perder el liderato y ver cómo el Madrid parecía que tomaba carrerilla, en dos partidos los madridistas han perdido cinco puntos, hecho que los de Quique Setién no han desaprovechado para volver a ostentar el liderar el torneo.

convulsión En estos momentos el partido en San Paolo cobra una importancia desmedida, ya que el choque se encuentra en un periodo muy convulso en Barcelona, donde las tensiones internas de la directiva, debido al escándalo de las redes sociales, llevó a una parte importante del Camp Nou el pasado sábado a pedir la dimisión del presidente del club, Josep Maria Bartomeu. Además sigue caliente en el recuerdo el 4-0 del pasado año en Liverpool.

La inminencia del clásico el domingo en Madrid confiere a este partido en Nápoles una importancia vital, ya que el pulso acelerado del barcelonismo se puede alterar considerablemente ante cualquier resultado que no sea una victoria en Nápoles, acompañada de buen resultado.

Enfrente, el equipo de Setién tendrá a un Nápoles que dio su mejor versión en la Champions, en la que fue capaz de doblegar al Liverpool en San Paolo y de empatar en Anfield, y que busca regalarse una noche épica.

Para esta cita, Gattuso debería encomendarse a un 4-3-3 con una delantera ligera, compuesta por Lorenzo Insigne, el andaluz José Callejón y el belga Dries Mertens, más adecuada para aprovechar los espacios que pueda conceder el Barcelona. La baja más importante será la del defensa senegalés Kalidou Koulibaly.