bilbao - La decisión de Josep Maria Bartomeu de destituir a Ernesto Valverde resulta difícil de entender hasta para el propio presidente del Barça, quien en la rueda de prensa que ofreció ayer para justificar el cese del entrenador del equipo que lidera la Liga, es decir, que está en la mejor dinámica posible, admitió su poca delicadeza. "Evidentemente que a mí me habría gustado que las cosas se hubieran hecho de otra manera. El talante de esta junta directiva y del club no es este", afirmó Bartomeu.

Lo mejor de todo vino cuando argumentó que la decisión de cambiar precisamente ahora al entrenador se debe a que "hacía tiempo que la dinámica del equipo era mejorable", dijo. Como todo en la vida, se podría añadir. Bartomeu añadió para abundar en lo que parece un sinsentido: "Con Valverde teníamos una relación estrecha y de mucha complicidad y lo habíamos hablado muchas veces". Quizá por eso le agradeció su trabajo durante los dos años y medio que ha estado al frente de la plantilla azulgrana. Durante ese tiempo el presidente admitió que "hemos disfrutado, hemos triunfado y hemos ganado", para a renglón seguido advertir que cuando hubo "un montón de peticiones" para echar al entrenador tras la debacle de Liverpool, él siguió confiando en Valverde.

Sin lugar a dudas la inexplicable y traumática derrota en Anfield en las semifinales de la pasada Liga de Campeones (4-0), y más con el antecedente del año anterior en Roma, y después de haber ganado en el Camp Nou por 3-0, está en la génesis de la sustitución, con el añadido de que el Barça, aunque ganó la Liga con mucha autoridad, despidió la temporada perdiendo la final de Copa con el Valencia, también contra pronóstico. La destitución, entonces, del técnico extremeño sí habría tenido un pretexto, y muchas voces de culés exigiéndola. Pero ahora, con el Barça mandando en todos los frentes, casi nadie lo entiende.

Bartomeu, sin embargo, quiso pasar página lo antes posible para mirar al futuro con el nuevo entrenador, el cántabro Quique Setién, y cuando se le preguntó por los contactos mantenidos en Catar con Xavi Hernández, que finalmente no prosperaron, reconoció que hace tiempo que están trabajando "con discreción" en el otro inquilino para el banquillo. "En los últimos meses hemos hablado con muchos entrenadores sobre el futuro. El trabajo estaba hecho y por eso era el momento de hacer ahora el cambio", dijo Bartomeu.

"El entrenador perfecto" Curiosamente Setién admitió su sorpresa por ser él precisamente el elegido. Bartomeu aclaró que aunque su contrato se extiende hasta junio de 2021, como un año antes hay elecciones, si el presidente elegido no está conforme con el entrenador hay una cláusula de liberación.

Eric Abidal, director deportivo del Barça, no quiso entrar en detalles sobre la negativa de Xavi y calificó a Setién de "el entrenador perfecto", amén de ensalzar las virtudes de un técnico de 61 años, que desde que empezó su carrera como preparador en el Racing en 2001 su trayectoria siempre ha transcurrido en equipos modestos, mayormente de Segunda División, y que no fue renovado el pasado verano en el Betis por la contestación de buena parte de su hinchada.

Al parecer el Barça ha descubierto ahora que Setién le viene como anillo al dedo a su filosofía de juego y tiene ADN azulgrana. El técnico santanderino, que agradeció a Valverde haberle dejado "un equipo que va primero", admitió que "ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar estar aquí". "Ayer estaba paseando junto a las vacas en mi pueblo y hoy estoy en el Barça entrenando a los mejores del mundo".