bilbao - El fútbol modesto de Bizkaia se ha visto salpicado el fin de semana por un nuevo episodio que genera su punto de estupor. En esta ocasión no se ha debido a ningún tipo de agresiones físicas, sino a un caso de insultos homófobos que ocasionaron la suspensión del encuentro que disputaban el pasado sábado en Muskiz el Muñatones y Asti Leku B, dentro de la décimo tercera jornada del grupo II de la Segunda Juvenil vizcaina. La decisión la tomó el colegiado E.G.O al descanso de dicho partido que se disputaba en El Malecón Berria y cuando el marcador reflejaba un empate (1-1) sin que se hubieran producido incidentes en el terreno de juego durante los primeros 45 minutos. El detonante del lamentable caso se produjo en los vestuarios, tal como refleja el árbitro en el capítulo de observaciones del acta del choque, al que ha tenido acceso DEIA y en el que relata graves insultos por parte del presidente del club local, y con el que intentó ponerse en contacto por vía telefónica este diario sin suerte.

El colegiado, que en las últimas líneas de su relato anuncia su deseo de retirarse del arbitraje "debido a la desprotección a la que me visto sometido en el día de hoy (por el sábado), manifiesta con contundencia su versión sobe lo sucedido en la caseta del campo muskiztarra. Los descalificativos que recoge en el acta pueden ser objeto de duras sanciones por parte del Comité de Competición de la Federación Vizcaina de Fútbol a la espera de conocer las alegaciones que presentará la entidad que dirige Juanjo Martínez. "Una vez acabada la primera parte y habiendo transcurrido la misma con total normalidad, en el descanso, ya en los vestuarios, veo cómo el Presidente del Muñatones entra al vestuario de su equipo y les dice a los que allí se encontraban, a los 4 vientos y escuchándose por todos los vestuarios, lo siguiente: El árbitro es un hijo de puta, un maricón, pero un maricón confirmado, un cabrón, que no nos va a dejar hacer nada y va a ir siempre en nuestra contra".

Antes estos insultos, E.G.O, que lleva ocho años en el mundo del arbitraje, decidió suspender el partido y valoró la actitud de los miembros del Asti Leku portugalujo "al preocuparse por mí en todo momento", al mismo tiempo que a la salida del campo dice que su vehículo sufrió daños en los retrovisores y en el limpiaparabrisas traseros, hechos que denunció ante la Ertzaintza, además de no recibir los 39 euros de gastos de arbitraje.