Atlético de Madrid2

Lokomotiv0

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Trippier, Felipe, Hermoso, Lodi; Correa (Min. 68, Héctor Herrera), Koke (Min. 73, Lemar), Thomas, Saúl; Morata y Joao Félix (Min. 81, Marcos Llorente).

LOKOMOTIV: Kochenkov; Idowu, Kverkvelia, Höwedes, Corluka (Min. 80, Magkeev), Rybus; Murilo, Krychowiak, Zhemaletdinov, Alexéi Miranchuk; y Eder (Min. 75, Smolov).

Goles: 1-0: Min. 17; Joao Félix, de penalti. 2-0: Min. 54; Felipe.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó al local Correa (Min. 68) y a los visitantes Murilo (Min. 41) y Krychowiak (Min. 42).

Incidencias: Unos 60.000 espectadores en el Wanda Metropolitano.

Madrid - El Atlético de Madrid doblegó a las dudas, superó al Lokomotiv de Moscú, cumplió con un triunfo sin sobresaltos y avanzó a los octavos de final de la Liga de Campeones, al ritmo del fútbol de Joao Félix, el promotor de una victoria crucial, abierta por él de penalti y cerrada por Felipe Monteiro. Un Atlético práctico, aún peleado por momentos con el gol, y un futbolista distinto, todavía en crecimiento, con mucho recorrido aún, pero del que surge la diferencia. Cuando el balón pasa por él, el equipo rojiblanco juega mejor. Es una combinación indudable, que necesita con más constancia, mientras aguarda retos de más altura. Porque al bloque de Diego Simeone aún le falta vuelo en esta temporada. De momento estará en el sorteo de octavos, donde espera rival entre cinco posibilidades, todas con el partido de vuelta lejos del Wanda Metropolitano: el Manchester City, el París Saint Germain, el Liverpool, el Bayern Múnich o el Leipzig.

El fantasma del Qarabag, la inquietud, cualquier pensamiento pesimista, duró 17 minutos sobre el terreno de juego, en el banquillo local y en la grada, aliviados todos a la vez cuando Joao Félix transformó el penalti que abrió una victoria irrebatible desde entonces. Su lanzamiento raso, potente, pegado al palo, a la derecha del portero, con poca carrera y un golpeo seco con el interior del pie derecho, no solo fue inalcanzable para Kochenkov, sino que lo hubiera sido para un porcentaje altísimo de guardametas, sino todos. Nada que ver con la pena máxima ejecutada antes por Kieran Trippier. Porque el Atlético necesitó dos penaltis para marcar el 1-0. El primero, señalado a los 44 segundos sobre Joao Félix y lanzado al borde del minuto 2 de forma errónea por el lateral inglés, lo falló. El segundo, por una mano absurda, imprudente e innecesaria de Rift Zhemadletdinov, pitado gracias al VAR, lo anotó el luso.

El Atlético siempre tuvo todo bajo su control contra el Lokomotiv, un rival que no se jugaba absolutamente nada, que es mucho peor que el conjunto colchonero y que sostuvo el pulso más por la ineficacia ofensiva ajena que por méritos propios. Porque el Atlético no sentenció antes por una falta de contundencia en ataque que acostumbra en los duelos recientes. En el minuto 54, la clasificación fue ya segura con el 2-0 del brasileño Felipe, que remató de volea, con la derecha, un servicio de Koke.