APENAS un año después de salir del Athletic y descender a Segunda División con el Deportivo, el destino sitúa a Eneko Bóveda (Durango, 14-XII-1988) a las puertas de un ansiado regreso a Primera. El lateral vizcaino, en el epílogo de una ardua temporada en la categoría de plata, con cambio de entrenador incluido, se encuentra a solo dos partidos de recuperar el terreno perdido en el plano colectivo e individual. El Mallorca, quinto clasificado al término de las 42 jornadas del campeonato regular, se presenta como el último escollo para Bóveda después de que el cuadro coruñés, sexto al término del curso, se impusiera al Málaga en la primera de las dos eliminatorias a superar en la búsqueda del ascenso, que vivirá entre hoy (21.00 horas, Movistar Partidazo) y el domingo su esperado desenlace.

El tránsito completado hasta alcanzar el escenario actual, lejos de resultar apacible, ha sido sumamente exigente para el defensa vizcaino, capaz de revertir su delicada situación deportiva con el curso en marcha para asomar como titular indiscutible en el carril derecho del Deportivo desde que el técnico Pep Lluís Martí sustituyó en el cargo a Natxo González el pasado 8 de abril. Desde entonces, el exjugador del Athletic ha posado de incio en todos los encuentros de liga, a excepción del envite de ida que los gallegos disputaron ante el Málaga en el primer cruce correspondiente al play-off de ascenso, en el que arrastraba problemas físicos.

En total, así las cosas, son diez de once los choques jugados como titular por el durangarra bajo las órdenes del entrenador balear, que ha decidido cerrar a cal y canto el vestuario gallego para evitar cualquier atisbo de desconexión entre sus futbolistas.

¿Reencuentro con el athletic? En medio de un ambiente interno totalmente hermético, Bóveda, con 22 encuentros de liga y 1729 minutos a sus espaldas, encara una doble cita crucial en su aspiración de retornar a la máxima categoría estatal y poder reencontrarse así con el Athletic, equipo del que tuvo que desligarse en enero del pasado año ante la falta de minutos y oportunidades bajo la batuta de José Ángel Ziganda. Tras ingresar en Lezama a los 11 años, regresar a los 26 previo paso por el Eibar y sumar cinco temporadas y 71 partidos oficiales como león, el año pasado, a solo seis meses de ver vencido su contrato, Bóveda rescindió como rojiblanco y se despedió de la parroquia bilbaina mediante un emotivo comunicado marcado por su cariño hacia el Athletic. “Seguid amando nuestro club y nuestra filosofía, al igual que a los jugadores, porque en ese vestuario hay un gran tesoro”, destacó Bóveda antes de comprometercon el Deportivo hasta 2020.

Ahora, a solo 180 minutos de volver a Primera, el de Durango advierte a los suyos: “Nos señalan como favoritos, pero el Mallorca lo ha hecho mejor que nosotros durante el año y no vamos a ir de guapos ahora, ni a sacar pecho”. Palabra de veterano.