Yen la bienvenida a los Alpes, el Ineos despertó. La escuadra británica dejó clara, por activa y por pasiva, que no es el Sky. Que no domina con bici de hierro, ni ata a los rivales desde el primer puerto. En este Tour, el Ineos ha dejado jugar. Ha dado alternativas y ha permitido soñar con París a Julian Alaphilippe, que defiende a muerte su amarillo. Pero ayer la ronda gala llegó a los Alpes. Es decir, que acabó la broma. Y empezó la estrategia. Porque ayer el conjunto británico puso a Egan Bernal como punta de lanza, como el elegido para liderar al equipo y acercarse todo lo posible a Alaphilippe. Geraint Thomas, a priori su número uno, lo intentó; pero no fue capaz. Por lo que las órdenes fueron claras: Bernal, tira y rasca todo lo que puedas. Así que el colombiano no quiso quedar a la sombra de su compatriota Nairo Quintana y, cuando en el Galibier este se alejó a por el triunfo, Bernal impulsó un gran ataque en el grupo del líder. Se marchó de su rueda y no solo le arañó 32 segundos a Alaphilippe, sino que le puso en dificultades e hizo que se le vieran las costuras al maillot amarillo. “Me sentí bien en esta etapa, estoy muy feliz porque al final hemos ganado tiempo a Julian y ese era nuestro objetivo número uno. Geraint me dijo que atacara y diera el salto; y que después lo intentaría él... Somos un equipo y todo lo que hacemos es porque nos lo manda el director desde el automóvil”, dijo Bernal tras la carrera.

Cuando Quintana hizo suya la etapa y echó piernas en el Galibier, el Ineos se hizo con el control del reducido pelotón y la tranquilidad se acabó para el amarillo. La escuadra británica tomó el mando con el único propósito de poner a Alaphilippe contra las cuerdas. Y lo consiguió. Porque Bernal atacó con fuerza y su acoso fue seguido por su compañero Thomas. El Ineos quería poner tierra de por medio y llegar a meta con sus dos ciclistas escapados. Y es cierto que al colombiano no lo pudieron neutralizar, pero al galés sí. Thibaut Pinot se puso el maillot de trabajo e impidió que Thomas, por aquel entonces el gran favorito en este Tour, rascara más tiempo en la general. Por eso el Ineos le dio vía libre a Bernal para seguir con su ataque. Para que se despegara de su líder, mantuviera la posesión de la camisa blanca como el mejor de los jóvenes y descontara una diferencia importante. Y así, a falta de tres días para los Campos Elíseos, la escuadra británica tiene colocados a dos corredores a minuto y medio del amarillo. “Se hizo la llamada para que se fuera Egan y así activar un poco el grupo, pero no fue así porque Mas comenzó a controlar su ritmo. Entonces lo intenté yo, por probar, pero no fue posible. Al menos Egan ganó algo de tiempo con todos los demás”, explicó Thomas.

lo que queda “Faltan dos grandes días y esta etapa, sin duda, va a causar un poco de fatiga”, anunció Thomas. Y es que, a la pelea de los Alpes, le quedan dos asaltos para definir al campeón de Tour. De momento, Alaphilippe resiste. Está a tres días para coronarse en París, pero faltan dos jornadas duras. Las dos con final en alto, sin un descenso que permita recuperar el tiempo perdido. Y hoy es el segundo combate.