bilbao - En el Tour manda el Ineos. Puño de hierro el suyo. El británico es el mejor equipo de la carrera francesa, nuevamente zarandeada por la muchachada de Brailsford. Dos momentos sirven para describir el potencial de un equipo único. El primero cuando caído Thomas, los británicos respaldaron de fábula a su jefe en el Macizo Central para que no cediera en un día loco. Faltaban 15 kilómetros y solucionaron el retraso de manera admirable. Ayer, con sus líderes, Thomas y Bernal, perfectamente situados, cargaron con virulencia cuando vieron que el viento les otorgaba una oportunidad de correr al ataque. La determinación del Ineos, que apareció en el momento exacto para hacer daño, sacudió el Tour de punta a punta. Con su enorme ambición y unos ciclistas que cotizan al alza en el parqué bursátil, destrozaron la carrera.

Mandaron a sus rivales más peligrosos al sótano. Fuglsang, Pinot, Urán y Porte cayeron en la trampa. Se dejaron 1:40 respecto al dúo del Ineos. Landa, caída mediante, perdió 2:08. A ese tiempo se le debe añadir la pérdida que todos ellos, salvo Pinot, tenían en la general, muy a favor del Ineos, cuyos perseguidores más cercanos son Kruijswijk, a 12 segundos, Mas a 34, Yates a 35 o Quintana, a 52. Pinot está a 1:21 y el resto por encima de los dos minutos. “Lo más importante no es que gane Egan o Thomas, es que gane Ineos, eso lo tenemos claro”, dijo Bernal. - C. Ortuzar