LAHN-DILL: Brown (0), Blair (4), Bell (8), Kozai (23), Bohme (20) -cinco inicial-, Mosier (4), Mizan (0), Weib (0), Zantinge (0) y Fujimoto (27).

BIDAIDEAK BILBAO BSR: Mendiluce (2), Lorenzo (16), Mouriz (19), Avendaño (16), Jasso (15) -cinco inicial-, Macsorley (1) y Pérez (0).

Parciales: 22-19, 44-39 (descanso), 59-53 y 86-69.

Árbitro: Sin eliminados.

Incidencias: Unas 200 personas en el Riethsporthalle.

- La ilusión del Bidaideak Bilbao BSR por ser el mejor equipo de Europa murió a las primeras de cambio. La gesta era complicada y el rival uno de los históricos de la competición. Los bilbainos necesitaban un partido de diez para tratar de provocar la sorpresa ante el Lahn-Dill, pero esto no sucedió. Cometieron muchos errores, algo lógico contra un adversario de esta entidad, y al final cayeron por un doloroso 86-69. Aunque el partido del conjunto vizcaino no fue un paseo para los alemanes, ni mucho menos. Los ayer dirigidos por Asier García, que cambió su papel de jugador por el de entrenador, compitieron durante treinta minutos, siempre por detrás en el marcador, pero sin dejar que el marcador se rompiera. Solo en el desenlace, el Bidaideak Bilbao BSR acusó el cansancio físico y el choque quedó decidido. Ahora, los bilbainos lucharán por el quinto puesto este fin de semana, en otros dos partidos llenos de exigencia que requerirán de una importante fortaleza física y también mental.

Había muchos factores en contra del equipo vizcaino. Ejercer prácticamente de visitante, el desgaste físico de las últimas jornadas, las lesiones de jugadores importantes... Por si fuera poco, enfrente había un rival al que le sobran armas ofensivas y capacidad física para cerrar su aro. Sin embargo, al igual que hacen semana tras semana en la competición doméstica, los jugadores del Bidaideak Bilbao BSR no se achantaron en la Champions Cup, todo lo contrario. EL Lahn-Dill se encontró con un duro hueso de roer a las primeras de cambio y tuvo que sufrir para sacar adelante su compromiso de los cuartos. Los vizcainos fueron capaces de responder la lluvia de canastas de los alemanes y aceptaron la propuesta del intercambio de golpes constante.

En esa lucha de poder, el Lahn-Dill golpeó primero y consiguió una pequeña renta. Pero a cada intentó de romper el partido, el Bidaideak Bilbao BSR supo contestar. Avendaño sacaba el máximo rendimiento a su buena muñeca desde la media distancia, Jasso y Lorenzo volvieron a ser dos colosos en las inmediaciones del aro y Mouriz ejerció de faro. Sin descartar al resto de jugadores, que también aportaron su granito de arena. Todo ello era necesario para contestar a un equipo que encontraba el aro con suma facilidad gracias a su rápida circulación de balón y su buen lanzamiento.

El Bidaideak Bilbao aguantó hasta el tercer cuarto con vida en el marcador (59-53), pero con todo el juego, el Lahn-DIll no quiso ningún susto. Los alemanes no se pusieron nerviosos pese a la amenaza de la sorpresa bilbaina y sacaron a relucir ese juego que le hace ser uno de los favoritos a alcanzar la cima europea. A partir de ahí el partido fue un querer y no poder. Las pérdidas se sucedieron y la falta de fuerzas empezó a pesar en los físicos y en la cabeza. Tras un par de malas decisiones, todo un regalo para el Lahn-Dill, el marcador quedó roto y a pesar de los intentos finales del Bidaideak Bilbao BSR, la ventaja no paró de crecer hasta la bocina final.