Será extraño no ver a Alberto Cea en el banquillo del Ausarta Barakaldo. Entrenador y club crecieron juntos para pasar de las categorías más bajas del baloncesto vizcaino hasta alcanzar la Liga Femenina-2. Pero los motivos personales han hecho que el técnico vizcaino decida hacer un alto y tomarse una temporada fuera de las canchas. Pero esto no significa un adiós. Cea seguirá en el club aportando su granito arena para continuar dando un impulso al conjunto de Barakaldo.

¿Cuál es el balance que hace de la temporada?

—Es un balance positivo porque hemos mantenido la categoría, ganados bastantes partidos y durante gran parte de la temporada hemos rendido a buen nivel. Es para estar contento, pero también queda un poco ese sabor amargo por el tramo final, con tanta lesión y contratiempo que han hecho que el equipo acabe quizás peor de lo que igual podría haber acabado.

El objetivo de la salvación marcado al inicio del año quedó cumplido con creces.

—Sí, pero a veces te pones esos objetivos sin saber cómo tu equipo se va a adaptar a la competición, a los viajes, al resto de equipos... Creo que el equipo estaba para un poquito más que la permanencia y que teníamos equipo de sobra para salvarnos y competir un poco mejor. Así ha sido. Pero siempre tenemos que tener los pies en el suelo y un equipo como el nuestro tiene que permanecer en la competición.

¿Dónde cree que ha estado la clave de este buen curso?

—Creo que el trabajo en verano fue bueno y luego se ha acertado con la plantilla. Por momentos la manera de jugar ha sido buena y eso ha hecho que podamos ganar en diferentes canchas. Luego hemos tenido esa suerte que hace que un partido igualado lo saque y también otros salga cruz. Eso ha sido la clave, a parte que hemos tenido a la mejor jugadora de la liga, a Alexus Johnson, que ha hecho un temporadón.

¿Y cuáles son los debes de este curso?

—Una plantilla más larga, sin ninguna duda, y mejorar el área de recuperación de lesiones. Hemos sufrido por tener una plantilla corta y si hubiéramos tenido más medios para detectar las molestias antes o recuperar a la jugadora nos hubiera ayudado. Aun así, habíamos entrado en un bucle de lesiones seguidas que no se podían controlar. Una fractura de nariz por un codazo, una lesión de menisco por una mala caída, un esguince de rodilla por caerse otra jugadora encima... Aunque cuando tienes pocas jugadoras y las pocas que hay tienen que entrenar casi igual, cargas a la gente. Hay que mejorar eso para el año que viene.

Una próxima temporada en la que no estará como entrenador.

—Llevaba muchos años y justo me voy a casar. Entre el trabajo, casarme, el club... un año de tregua en los banquillos viene bien. Aunque es algo momentáneo y la idea es volver la siguiente temporada. Pero los esfuerzos hay que ponerlos en lo social y lo económico. Puedo seguir en eso, preparando una boda y no tener que estar con los entrenamientos o preparando los paridos. Eso lo dejaremos al staff y otros tomarán las decisiones en la cancha, que tampoco vendrá mal.

Tras tantos años será raro ver el banquillo del Ausarta Barakaldo sin Alberto Cea.

—Creo que el Ausarta Barakaldo podría estar sin Alberto, pero no sé si Alberto podría estar sin el Ausarta Barakaldo. Mi papel será similar al de estas temporadas, pero sin estar en el banquillo. Me encargaré de toda la parte de construcción de equipos, publicidad, marketing, organización de eventos... Quizás voy a invertir más tiempo que en los últimos años en esa parte porque el banquillo quita mucho tiempo. Creí que era un buen momento para hacerlo y a ver si damos un impulso un poco mayor al club. En mi cabeza y en la del club está hacerlo solo la siguiente temporada, pero si saliendo fuera y el club crece todavía más con un nuevo cuerpo técnico, apostaremos por ello. Todo lo que hagan los nuevos entrenadores será bienvenido.

¿Cuál es el perfil que buscan para el nuevo entrenador?

—El de alguien joven, que quizás no tenga experiencia pero sí hambre y quiera hacer un pequeño nombre en un proyecto apetecible. Vamos a apostar por un perfil que nunca ha estado cerca de este tipo de banquillos para que ese hambre y esas ganas de trabajar le hagan suplir la falta de experiencia. Nuestro club es un club humilde y tenemos que buscar a alguien que sepa desde el principio que es lo que le espera. Sufrir, construir un equipo arde, esperar a que llegue nuestra oportunidad, no poder competir en algunas áreas con varios equipos... pero al mismo tiempo darlo todo en la cancha y que sepa que va a poder trabajar aquí desde el primer día como si llevara toda la vida.

¿Y cómo será la plantilla con la que cuente ese entrenador?

—Lo importante es tratar de renovar a las jugadoras que son de aquí y luego veremos si alguna de las extranjeras quiere quedarse y si somos capaces de renovarlas. Luego, nos gustaría tener un equipo más físico que este año, con jugadoras capaces de dominar el rebote y a ver si somos capaces de mejorar nuestro tiro de traes puntos, que esto es vital en el baloncesto y este año quizás hemos sufrido algo en esa faceta. También que sea un equipo que transmita como lo ha sido esta temporada en algunas fases.

“El Ausarta Barakaldo podría estar sin Alberto, pero no sé si Alberto podría estar sin el Ausarta Barakaldo”

“El balance es para estar contentos, pero queda un poco ese sabor amargo por el tramo final, con tanta lesión”