bilbao- Thomas Schreiner (Sankt Polten, 30-2-1987) se ha convertido en uno de los cocapitanes del Bilbao Basket y, por tanto, en uno de los encargados de mantener el espíritu de la plantilla que logró el ascenso en la memorable Final Four del 1 y 2 de junio con un triple suyo que quiere dejar ya en el pasado, aunque se lo sigan recordando. Mantener viva la ilusión de la afición de Miribilla puede ser una de las claves para que los hombres de negro superen las expectativas en la temporada de su vuelta a la Liga Endesa.

¿Cómo está yendo la pretemporada del Bilbao Basket?

-Bien, bien. Estamos trabajando muy bien, duro como siempre, pero esta es la base para toda la temporada. Aún quedan dos semanas para seguir mejorando detalles y lo importante es llegar bien preparados al primer partido de liga.

¿Les han preocupado las tres derrotas del torneo de Portugal?

-Para nada, yo al menos no lo estoy. Ahora los resultados no son importantes. Todos los jugadores queremos ganar cada vez que jugamos un partido, pero al final la misión en pretemporada es mejorar como equipo, que todo el mundo entienda cómo queremos jugar, cuáles son las ideas del entrenador y conocer bien nuestras reglas. Creo que en esto vamos mejorando en cada partido.

Siempre se pide paciencia, pero con este Bilbao Basket es aún más necesario, sobre todo cuando jugadores importantes ni siquiera han disputado unos minutos con el equipo.

-Está claro, supongo que nadie de nuestros aficionados se pondrá nervioso. En todos los equipos falta gente por unas cosas o por otras, entonces hasta que no arranque la temporada no vamos a ver la verdadera cara de los equipos, y eso incluye al Bilbao Basket. Lo importante es que los que estemos aquí sigamos trabajando, hagamos equipo y estamos en ello.

Mañana en la Euskal Kopa se juega un partido atractivo, pero a la vez exigente.

-Sí, está claro. Jugar contra el Baskonia, uno de los mejores equipos de Europa, siempre es especial, más aún para nosotros porque es un derbi. Jugamos casi en casa, con mucha parte de nuestra afición y queremos dar un buen espectáculo y demostrar que podemos competir contra cualquiera. Al margen del resultado, queremos enseñar lo que puede ser el Bilbao Basket de este año, un equipo que compita siempre y lo dé todo en la pista en cada partido.

La pasada temporada una de las claves fue el buen ambiente que hubo en el equipo. ¿Cree que lo van a poder repetir?

-Sí, es verdad. Es algo muy importante en los momentos malos, que siempre los hay en cualquier temporada. Seguimos cinco del año pasado y hemos incorporado jugadores con talento, pero que también son buenas personas. Es pronto y estamos en la tarea de hacer equipo, pero hasta ahora tenemos una buena química en el vestuario. Estoy seguro que vamos a tener buena conexión en el equipo.

La pasada temporada, acabó por todo lo alto y con Miribilla lleno. ¿Sienten ahora más responsabilidad por mantener esa ilusión de la gente?

-El final de la temporada pasada fue increíble, pero sobre todo por el ambiente y la ilusión que se generó. Sabemos lo que es Miribilla cuando la gente está enganchada con el equipo y queremos que pase lo mismo. Por eso, vamos a tratar con nuestro trabajo de que Miribilla se llene y esté a tope con nosotros, como en esos últimos partidos. Si lo conseguimos, podemos alcanzar lo que nos propongamos.

¿Le sigue viniendo a la cabeza el triple ante el Palma que certificó el ascenso?

-Trato de olvidarlo porque ya es pasado, pero la gente me lo sigue recordando. Es agradable y bonito ser parte de la historia de un club como el Bilbao Basket, pero ya hay que pensar solo en esta temporada y espero aportar más triples, jaja.

La pasada temporada el equipo jugaba más controlado y ahora Álex Mumbrú quiere un juego más vivo y agresivo. ¿Se siente usted cómodo en ese estilo?

-Sí, la forma de jugar de un equipo siempre debe depender de los jugadores que tenga. Y es claro que este año tenemos jugadores para abrir la cancha y jugar al contraataque y más rápido. Por mí, no hay problema.

Usted ha estado antes en equipos ascendidos a la ACB como el Andorra y el Burgos y sabe lo que se necesita para sobrevivir.

-Siempre quieres tener muchas victorias al inicio, pero si no llegan hay que tener paciencia. Al final, las temporadas son muy largas y en la ACB, muy exigentes. Hay que insistir en la idea y en el trabajo diario. Siempre hay rachas buenas y rachas malas y en estas todos, el equipo y la afición, tienen que mantener la calma y seguir unidos. Y los momentos buenos hay que disfrutarlos, pero sin descuidarse para tratar de que sean lo más largos posible.

¿Cómo ve la Liga Endesa de este año?

-Creo que cada año sube el nivel. Veo una liga muy competitiva porque todos los equipos se han reforzado muy bien. En los equipos de arriba el nivel está muy alto, pero también en los equipos intermedios o de abajo. Por eso, es la mejor liga de Europa y tenemos tantas ganas de competir en ella y luchar todos los partidos.

Por tanto, no debe extrañar que el Bilbao Basket parta como candidato a pelear la permanencia.

-Está claro, aunque este es el objetivo de todos los equipos, sobre todo de los que menos dinero tienen. Todos queremos que el Bilbao Basket siga en la ACB muchos años, pero no hay que pensar a largo plazo. Solo debemos prepararnos para el primer partido y no ir mucho más allá.

Usted ha contribuido a que Austria se meta en la fase de clasificación para el Eurobasket de 2021 y tendrá un grupo bastante igualado con Eslovenia, Hungría y Ucrania. Es una buena oportunidad para su país.

-Bueno, para nosotros todos los grupos eran complicados. Esta temporada solo habrá una ventana en febrero y aún queda lejos, pero tenemos ahora un buen equipo, con muchos jugadores que están jugando en ligas buenas y es un buen momento para que nuestra selección demuestre que en Austria también sabemos jugar a baloncesto.

Lo que vale para Austria vale para el Bilbao Basket. La Copa del Mundo ha demostrado que no se puede dar nada por hecho.

-Sí, se ha visto que el talento de los jugadores no lo es todo. Es más importante jugar como equipo, que todos los jugadores sepan su rol y lo que tienen que hacer. De esta forma, equipos pequeños pueden sorprender a otros más poderosos. Creo que es una lección de que el trabajo y el sacrificio pueden con el talento y espero que el Bilbao Basket sea un ejemplo de ello.