Bilbao - Emir Sulejmanovic (13-VII-1995, Bosnia) es el jugador que pretende fichar el Bilbao Basket para dar por cerrada su plantilla de cara al ejercicio de su regreso a la Liga Endesa. La entidad de Miribilla ha entablado ya conversaciones con este ala-pívot de 2,04 metros de altura que la pasada temporada militó en la Liga Endesa en las filas del Cafés Candelas Breogán, conjunto con el que promedió 5,5 puntos y 5,2 rebotes por partido en 17 minutos de presencia en cancha por partido. En las oficinas de los hombres de negro consideran que Sulejmanovic se ajusta al perfil que se necesita para aportar mayor contundencia y versatilidad a la plantilla. Su llegada permitiría a Álex Mumbrú contar con un quinto jugador interior junto a los cuatros Arnoldas Kulboka, cuyo fichaje todavía no es oficial, e Iván Cruz y los cincos Ondrej Balvin y Ben Lammers, además de hacer posible que el joven tirador lituano pudiera ocupar durante diversos momentos la posición de alero y repartirse también minutos con Axel Bouteille y Sergio Rodríguez.

Pese a no andar sobrado de estatura, Sulejmanovic es un jugador enérgico que brilla por su capacidad reboteadora y que no desentona a la hora de finalizar en las cercanías del aro. El pasado curso demostró en el conjunto gallego que está capacitado para ofrecer minutos de descanso saliendo desde el banquillo, aunque su perfil es el de un jugador claramente interior que pierde parte de su eficacia según se va alejando del aro. En el Breogán su hoja de servicios mostró un pobre 19% desde más allá de la línea de 6,75, con un triple y medio intentado por partido, y en tiros libres su 54% también es más que mejorable. Pero no será tiro exterior lo que se requiera de él cuando pise la cancha, pues para esa labor el Bilbao Basket cuenta ya con otros especialistas.

Nacido en Zepa (Bosnia), muy cerca de Srebrenica, Sulejmanovic y su familia tuvieron que abandonar su localidad natal poco después como consecuencia de la Guerra de los Balcanes. Finalmente, se asentaron en Finlandia y fue allí donde Emir comenzó a jugar a baloncesto, llegando a ser internacional sub’16 y sub’20 con el combinado nórdico. En 2011, a los 16 años, fue reclutado por las categorías inferiores del Union Olimpija esloveno y un curso después debutó ya en el primer equipo, jugando incluso en Euroliga. En aquellos momentos, Sulejmanovic estaba considerado como uno de los grandes talentos del baloncesto europeo, por lo que el Barcelona se hizo con sus servicios en el verano de 2013. Sin embargo, su progresión fue frenándose poco a poco y tras una cesión al Orlandina Basket italiano abandonó el club azulgrana en 2016. El Cibona croata fue su siguiente destino y una temporada después fue fichado por el Fuenlabrada, que le cedió al Breogán de LEB Oro. Allí se convirtió en una pieza importante en el ascenso del club gallego a la Liga Endesa (11,4 puntos y 6,7 rebotes), además de uno de los grandes ídolos de la afición, y fue repescado por el Fuenla para el tramo final de la temporada regular, aunque solo jugó tres partidos. El pasado ejercicio repitió cesión en Lugo, en un ejercicio que acabó con el club descendiendo de categoría.

Mendikote no seguirá Por otra parte, la entidad de Miribilla anunció ayer que ha alcanzado un acuerdo con Unai Mendikote para la desvinculación del jugador de Sestao. “Queremos agradecerle su implicación y profesionalidad en sus dos temporadas como hombre de negro. Desde el club, queremos desearle toda la suerte del mundo para que pueda continuar su crecimiento como jugador”, destacó el comunicado remitido por parte del Bilbao Basket.