Barça Lassa68

Real Madrid74

BARÇA LASSA: Heurtel (2), Hanga (11), Singleton (12), Claver (4), Oriola (4) -quinteto inicial- Pangos (16), Ribas (4), Smits (3), Pustovyi (0), Kuric (8), Tomic (4).

REAL MADRID: Campazzo (15), Rudy Fdez. (12), Deck (0), Randolph (10), Tavares (10) -quinteto inicial- Causeur (10), Ayón (5), Carroll (4), Llull (0), Thompkins (6), Taylor (2).

Parciales: 21-24, 33-37 (descanso), 47-55, 68-74.

Árbitros: Conde, Peruga y Calatrava. Sin eliminados.

Incidencias: Cuarto partido de las finales de la Liga Endesa. Palau Blaugrana, ante 7.301 espectadores.

Bilbao - Desde que dejó escapar el segundo partido de las finales de la Liga Endesa, un triunfo que tenía prácticamente en el bolsillo, el Barça Lassa caminaba sobre el alambre. Consiguió mantener el equilibrio y no perder pie del todo en un tercer encuentro con final taquicárdico pero ayer, sin acierto, sin ideas y sin oxígeno acabó desplomándose ante un Real Madrid serio, pulcro y, sobre todo, absoluto dominador de la batalla reboteadora (46 a 30 en capturas totales y doblando al rival en el rebote ofensivo) que acabó levantando el 35º trofeo liguero de su historia. A lomos del MVP Facundo Campazzo, colosal el argentino de principio a fin (15 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 28 de valoración), y con un muro defensivo desequilibrante como Walter Tavares, los de Pablo Laso dominaron el partido prácticamente desde el salto inicial ante un equipo de Svetislav Pesic que esta vez no contó con las genialidades de Thomas Heurtel (solo 2 puntos). Los anfitriones hicieron la goma durante gran parte de la segunda parte, pero en los ocho minutos finales se quedaron huérfanos de argumentos.

Impulsados por su tremendo acierto desde la línea de 6,75, fueron los de Laso los primeros en coger vuelo en el luminoso merced a un 8-19 en el ecuador del acto inaugural con cinco dianas desde más allá de la línea de 6,75, pero la entrada en escena de Pangos desactivó el intento de demarraje. Siete puntos prácticamente seguidos del base cristalizaron en un 11-1 que equilibró la situación. El primer cuarto se cerró con un 21-24 y los de Pesic llegaron a ponerse por delante (27-26), pero los blancos no tardaron en recuperar el control. Los porcentajes de tiro descendieron por parte de ambos conjuntos y en ese ecosistema fue el Real Madrid el que se movió con mayor aplomo, llegando al ecuador con un 33-37.

En la reanudación, el acierto de Randolph recuperó las ventajas de dobles dígitos para los suyos (37-47), Pangos lideró la resistencia (45-47), pero el duelo llegó muy desequilibrado a sus diez minutos finales (47-55). Campazzo tiró de talento para colocar la puntilla, el Barcelona se quedó huérfano de ideas y de puntos y el 55-64 a seis minutos del final no tuvo ya vuelta atrás.