bilbaoa - No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. El Bilbao Basket tiene claro que si puede sentenciar hoy la eliminatoria de ascenso ante el Trapa Palencia será mejor que esperar a un quinto partido, siempre imprevisible, en Miribilla. Este play-off ha tenido hasta ahora de todo y en el tercer duelo los dos equipos coincidieron en su mejor rendimiento hasta ahora. Los hombres de negro lograron un triunfo agónico y buscarán ahora el definitivo sin especular ni perdonar la vida a su rival. Álex Mumbrú ha convencido a sus jugadores de tomarse cada partido sin tener en cuenta el anterior y ha logrado apartar cualquier aspecto ajeno al juego para no distraer la atención.

El viernes el Bilbao Basket ganó porque estuvo más centrado y sereno en el tramo final y encontró en Salgado a una mano salvadora. Pero si algo ha definido esta serie es que quien ha dominado la anotación interior se ha llevado las victorias. En el primero, los cuatro pívots del Bilbao Basket sumaron 41 puntos; en el segundo, el Palencia se impuso con solo dos triples, pero 33 puntos de sus pívots; y en el tercero, los vizcainos lograron trece triples con su mejor porcentaje de la temporada, pero los 16 puntos de Larsen cerca del aro hicieron mucho daño a los castellanos, que se están apoyando básicamente en el trío Grimau-Vasturia y Hermanson, que promedian más de 40 puntos y han dejado sin sitio a Petar Aranitovic, uno de los refuerzos de invierno del Palencia.

listón de seguridad En el Bilbao Basket, como ha sido habitual, está todo mucho más repartido con un listón bien definido: los 80 puntos. Casi siempre que los de Mumbrú han superado esa cifra, han ganado y en esta eliminatoria no ha sido una excepción. El viernes lograron jugar el partido que les interesaba y para hoy, con apenas 36 horas de descanso, las piernas no estarán frescas por lo que mantener la cabeza fría y no cometer errores deben ser pautas fundamentales. “Si estamos bien de cabeza, la mente hará que las piernas corran”, indicó ayer Carles Marco, el técnico del Palencia.

La semana pasada el Bilbao Basket pareció acusar la exigencia, así que ya sabe cómo manejarla. A estas alturas no hay mucho margen para las sorpresas tácticas y una plantilla tan larga como la bilbaina tiene que hacerse notar. Los hombres de negro juegan hoy sobre una red de protección, pero deben sacar el instinto matador para rematar la faena cuanto antes y ponerse a pensar ya en la Final Four.