Jon Rahm pide la palabra en The Open
En una segunda jornada brillante a ratos, aunque con poco premio, se acerca al top 10 antes del fin de semana en el exigente Royal Troon
Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena y quizás la versión de Jon Rahm que todos los aficionados al golf esperaban llegó ayer en la segunda ronda de The Open en Royal Troon, lo que le permitió, aunque sin recortar distancias con el liderato, mejorar 29 puestos y acercarse al top 10 del torneo para buscar sus opciones en el fin de semana. Cuando el barrikoztarra salió al campo, el día estaba complicado porque el viento soplaba muy fuerte y eso hacía que afinar en la distancia y dirección de los golpes se volviera imprevisible. Tocaba armarse de paciencia y de buen talante, además de que el juego acompañara.
Arrancó Rahm con dos buenos pares, pero en el 3 cayó el primer bogey al fallar un putt desde metro y medio. Durante algunos hoyos, la tónica fue meter buenos putts para par y fallar algunos para birdie hasta que llegó el hoyo que marcó un punto de inflexión con uno de esos golpes que marcan la diferencia y que apenas se habían visto a Rahm este año. Desde 39 metros, con la bola en el rough y bastante más baja que los pies, pegó un impacto genial que embocó para lograr el primer birdie del día.
Para entonces, Royal Troon estaba provocando catástrofes, mientras el golfista vizcaino mostraba el mejor nivel de juego de los últimos meses sin encontrar premio suficiente hasta que llegó otro golpe magnífico, la salida del hoyo 14 que le dejó el birdie dado a un metro del hoyo. Luego, sumó otro en el 15 con un birdie desde cuatro metros, el putt más largo que embocó en todo el día. Era un momento propicio para un último ataque al campo porque llegaba el hoyo 16, el más propicio del campo. Sin embargo, Rahm se equivocó en la elección de palo. En lugar del drive cogió el hierro 3, como el jueves, y en la pérdida de distancia su bola acabó en el riachuelo que partía la calle. Tuvo que dropar y un gran chip desde el fondo del green le dejó la oportunidad de salvar el par, pero falló desde algo más de metro y medio y se llevó un bogey doloroso. En el 17, una gran sacada de bunker le permitió salvar el par y en el hoyo 18 aún tuvo otra buena opción, pero se quedó corto desde poco más de dos metros y se marchó a la casa club pensando que había obtenido escasa recompensa a una jornada en la que su juego llegó a ser brillante a tramos, sobre todo en los golpes alrededor de green.
Porque los hoyos más largos están siendo su gran lastre hasta ahora en Royal Troon ya que en los seis pares 5 que ha jugado ha firmado tres golpes sobre par y aún no ha sumado un birdie. Ese hecho inhabitual es el que le ha impedido estar a estas alturas más arriba en la clasificación y que deberá mejorar imperiosamente el fin de semana para darse opciones en un campo que concede pocas oportunidades y obliga a aprovecharlas.
De todas formas, Jon Rahm saldrá hoy a ocho golpes del líder Shane Lowry, que está jugando el campo con precisión de cirujano. Con solo diecisiete tarjetas bajo par, el corte se estableció en +6 y por debajo quedaron varios de los mejores jugadores del mundo con marcadores muy altos: Rory McIlroy, Viktor Hovland, Ludwig Aberg, Bryson DeChambeau, Tyrrel Hatton… Tampoco avanzó Tiger Woods, con un total de +14, Se libraron de la escabechina el local Robert MacIntyre, que pasó el corte pese a que jugando al lado de Rahm inició el día con ocho golpes sobre par en cuatro hoyos, y Joaquín Niemann, pese a que en el 8, el Sello de Correos, hizo un quíntuple bogey.