El Getxo Rugby desaprovechó la primera oportunidad de ascender a la Liga Iberdrola, la máxima categoría del rugby estatal, tras perder la final de la División de Honor B contra el AVR Barcelona. Las aurinegras llegaron al encuentro como favoritas, tras quedar líderes de la liga regular y, por ello, poder jugar este trascendental duelo en casa. En Fadura. Sin embargo, las dirigidas por Aitor Etxebarria no pudieron con la defensa catalana y desaprovecharon la primera bala que tienen para promocionar. La segunda, la última, la tendrán el próximo fin de semana ante el Olímpico Pozuelo, penúltimo clasificado de la División de Honor, en un campo neutral.

Por ello, el trabajo del Getxo Rugby ahora ya no es deportivo, sino psicológico. De sensaciones. “Hay que trabajar mucho la cabeza porque es un varapalo jugar en casa una final y perderla. Anímicamente es bastante duro, así que esta semana vamos a intentar que la gente se olvide lo antes posible de este partido y se centre en lo que viene que es otra oportunidad de estar allí arriba”, explicó Etxebarria.

La final entre Getxo y Barcelona, en un Fadura entregado, fue muy igualada. Defensivamente impecable, como se pudo ver en el marcador final. Y eso que el encuentro comenzó genial para los intereses locales ya que en el minuto 3 se pusieron por delante en el luminoso con un golpe de castigo muy centrado de Haizea Serrano. El Getxo se lanzó al ataque, pero la incesante lluvia dificultó el juego a manos del equipo aurinegro. Todo se complicó aún más con la tarjeta amarilla por juego sucio que recibió la local Miriam Hammersley en el 22.

Así, con una jugadora más durante 10 minutos, el Barça pudo superar por primera vez la defensa getxotarra gracias al acierto de la ala Martina Márquez, que encontró el hueco perfecto para hacer el definitivo 3-5. “La tarjeta nos ha lastrado bastante porque aunque estés dominando es complicado jugar con una menos. Pero al final hay que apechugar”, dijo Etxebarria.

En la segunda mitad el guion no cambió y la igualdad se mantuvo sobre el verde de Fadura, aunque también es cierto que el Getxo tuvo ocasiones para llevarse el partido, el título de Liga y, por ende, el ascenso. “Sabíamos que era una final y en una final puede pasar cualquier cosa. Los nervios y las malas decisiones nos han pasado factura, pero las jugadoras todavía son jóvenes para mantener la cabeza templada y jugar con el marcador”, concluyó el técnico del Getxo.