Duración: 45 minutos de juego.
Saques: Ninguno.
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 398.
Tantos en juego: 4 de Bakaikoa, 2 de Elizegi, 8 de Zabala y 5 de Oier Etxebarria.
Errores: 4 de Bakaikoa, 5 de Elizegi, 1 de Zabala y 1 de Oier Etxebarria.
Marcador: 0-1, 1-1, 2-7, 2-8, 3-8, 3-9, 5-10, 6-12, 8-13 y 8-22.
Incidencias: Partido correspondiente a la final del Parejas de Segunda disputado en el frontón Labrit de Iruñea. Lleno. En el primer partido, Agirre-Albisu ganaron a Ezkurdia-Bikuña (19-22).
El mejor partido del campeonato en el día señalado. Esa fue la actuación de Javier Zabala y Oier Etxebarria. Los dos pelotaris fueron de menos a más en el Parejas de Segunda y ayer en la final firmaron su obra maestra. Dominaron todos los aspectos del juego, apenas fallaron pelotas y añadieron las dosis justas de brillo para pasar por encima de Joanes Bakaikoa e Iker Elizegi. Fue un premio a un campeonato en el que tuvieron que trabajar mucho para llegar a este desenlace. Partidos a vida o muerte, luchas agónicas y eternas, incluso de más de mil pelotazos, pero cada pequeña victoria sirvió para alimentar su confianza y en el Labrit, tanto Zabala como Oier Etxebarria estuvieron a un nivel superlativo. El mensaje era claro: venir a disfrutar. Sin ninguna presión. Así lo hicieron, ese fue su primer triunfo del día, la txapela llegó con su juego sobresaliente.
Fue uno de esos días en los que sale todo. Oier Etxebarria dominó el partido a sus anchas. Fue mucho más que su rival en los cuadros alegres y además dejó un par de finalizaciones llenas de talento al ancho. Por su parte, Zabala fue de menos a más y acabó por todo lo alto. Uno de los temores era que el riojano, sangre caliente, se precipitara demasiado en la que era su primera final. Sin embargo, aunque fuese su estreno en profesionales, en el campo aficionado había vivido también choques llenos de tensión y en el Labrit se mostró muy metido en el partido. El delantero de Aspe alargó mucho sus pelotazos y encontró en varias ocasiones el rebote y ya con sus rivales casi rendidos, deslumbró con buenos remates para acabar el tanto rápido.
Las sensaciones fueron completamente diferentes en el bando contrario. Bakaikoa y Elizegi, dominadores del campeonato hasta llegar a la final, se encontraron en una situación desconocida para ellos. Sin apenas poder plantar cara y tratando de sobrevivir a base de tirones. El zaguero de Asteasu erró más de lo habitual y vivió detrás de la espalda de Oier Etxebarria. Mientras, en los cuadros alegres, Bakaikoa estuvo poco participativo y tuvo que mostrar una versión más arriesgada de lo habitual, entrando demasiado lejos. Una estrategia que no funcionó.
Apuntaba a ser un día de mono de trabajo, de tantos durísimo y peloteos eternos, pero desde los primeros pelotazos la diferencia entre las dos parejas fue evidente. Oier Etxebarria entró con mucha fuerza al partido y lo hizo suyo. El zaguero vizcaino gozó la pelota desde el principio y a cada golpe que dio su confianza fue a más. Incluso se atrevió con toques llenos de riesgo que acabaron en éxito. Sin cometer errores, los de Aspe se fueron hasta el 1-7 y Bakaikoa y Elizegi no se sintieron cómodos, totalmente atropellados por dos de las pelotas, quizás con demasiada salida, que se vieron ayer en el Labrit, y, sobre todo, superados por el grandísimo juego de sus rivales.
Solamente tras el primer descanso los de Baiko encontraron las buenas sensaciones y se acercaron hasta el 8-12 en el marcador. Pero su intento de remontada finalizó ahí y ya no volverían a hacer ningún tanto más. Los de Aspe no se pusieron nerviosos y siguieron a los suyo. Dominaron en el peloteo y Zabala puso la guinda a la gran exhibición de la pareja con un desenlace volcánico. Encontrando el tanto cerca del frontis como en el rebote. Fue el final perfecto para un día perfecto que terminó con la txapela de plata calada en las cabezas de Oier Etxebarria y Javier Zabala.