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El presente y el futuro del Bilbao Basket

El presente y el futuro del Bilbao BasketJosé Mari Martínez

L Bilbao Basket reunió ayer a sus patrocinadores y compañeros de viaje para explicarles sus nuevos proyectos de futuro. La pandemia interrumpió este tipo de iniciativas que, en el fondo, pretenden hacer un club más sólido y abierto y que sea “más que baloncesto”. La presidenta Isabel Iturbe, en nombre del consejo de administración, esbozó los planes más inmediatos de la entidad, que “no quiere pasar desapercibida” dentro de la sociedad vizcaina y apunta cuatro líneas básicas como son “la inclusión, la sostenibilidad, la igualdad y la solidaridad todos los días del año” que acompañan al proceso de transformación digital que ya ha emprendido el club.

Este mandato autoimpuesto se enmarca en dos grandes áreas, Bilbao Basket Berdea y Bilbao Basket Soziala, y aparecen algunas acciones que se quiere poner en marcha para fomentar el transporte sostenible, la eficiencia energética incluso dentro del propio Bilbao Arena o los hábitos saludables. Otros proyectos ya están rodados como la primera liga de baloncesto adaptado, la estructura de cantera o el convenio con el Gernika KESB. Iturbe anunció también la pretensión de poner en marcha el proyecto Bihotz Kantxa, con el que se pretende llegar a jóvenes en situación de exclusión y, además, vincular cada uno de los 17 partidos de la próxima temporada a 17 objetivos de desarrollo. También el Bilbao Basket quiere acercar a sus jugadores a aquellas personas que se encuentren ingresadas en hospitales.

El Bilbao Basket busca cómplices para esta nueva aventura que quiere abarcar más allá de las paredes del Bilbao Arena. Después, todos ellos siguieron por la televisión el partido ante el Andorra, que al fin y al cabo es el fin principal, con la tranquilidad de que los deberes del curso están casi hechos, pero también con la ambición de que quizás se puede aspirar a más. La penumbra de la zona más alta y exclusiva del pabellón invitaba a la contención, a comentar las jugadas en voz baja y a aplaudir las buenas acciones de los hombres de negro sin demasiada efusividad. Aquellos que sostienen económicamente al club se ilusionaron durante algunos tramos del partido, lamentaron las oportunidades perdidas y, al final, se llevaron la decepción de una derrota merecida. La semana que viene todos ellos bajarán a las gradas, a sentir de nuevo el calor de un pabellón lleno, que es la otra parte fundamental para mantener el rumbo económico de la nave lejos de las aguas más turbulentas.

OPOrtunidad desperdiciada

Será un derbi ante el Baskonia que puede tener aroma a play-off, aunque el Bilbao Basket no aprovechó ayer para dar otro paso hacia ese objetivo que de momento está difuminado en el presente. El equipo de Álex Mumbrú falló en algunas cuestiones básicas como el rebote o los tiros libres, concedió demasiados puntos al rival por sus pérdidas de balón y la consecuencia fue una derrota a la que no se puede poner demasiadas pegas. Los bilbainos no aprovecharon los peores minutos del Andorra para hacer más profunda la herida y lo acabaron pagando. Con solo 72 puntos anotados, es muy difícil ganar a nadie en la Liga Endesa, más aún fuera de casa. Por lo tanto, el Bilbao Basket sigue en esa zona de la clasificación en la que mira de reojo hacia arriba y hacia abajo y sueña o se desilusiona en función de los resultados, convirtiéndose en esa víctima propiciatoria a la que todos esperan encontrar distraída. La jornada esta vez no fue demasiado propicia, pero hay otros equipos con muchas más urgencias y preocupaciones deportivas a estas alturas.

El último cuarto. Àlex Mumbrú no acabó contento con la actuación de su equipo en Andorra, sobre todo en el último cuarto. “Ha sido un partido difícil como sabíamos contra un rival que necesitaba ganar sí o sí en casa. Hemos estado bien en la primera parte y controlando al Andorra”, analizó el entrenador del Bilbao Basket, que lamentó que todo se decidió en los diez minutos finales en los que “nos han pasado por encima y nos han sacado del partido por más energía, más ganas, más ambición... Parecía que nosotros no teníamos nada en juego”, reconoció Mumbrú. Esta derrota debe servir para aprender a “jugar este tipo de partidos. No hemos dado ese plus de intensidad que ellos sí que han tenido”, sentenció.