La temporada del estreno en LaLiga SmartBank se le ha complicado sobremanera al Amorebieta. Los azules, derrotados el domingo a manos del Eibar en Ipurua, no han logrado sumar ninguno de los últimos doce puntos en juego y los puestos de permanencia figuran más lejos que nunca. Nueve puntos, no en vano, separan ya a los zornotzarras de la salvación a falta de once jornadas para el cierre de una campaña en la que los vizcainos, no obstante, pretenden plantar batalla hasta el último suspiro. La dirección deportiva, con el visto bueno de la junta directiva, ejecutó para ello un controvertido cambio en el banquillo al destituir la pasada semana a Iñigo Vélez de Mendizabal y colocar en su lugar a su segundo de a bordo, un ilusionado y ambicioso Haritz Mujika que no pudo debutar con buen pie en la exigente visita al Eibar.

Diez segundos tardó el conjunto armero en hacer el único gol que proyectó un igualado y disputado derbi en el que el Amorebieta bien pudo rascar un punto, pero su nefasta puesta en escena y la posterior falta de acierto en la definición le condenaron a una nueva derrota que se suma a las sufridas en las tres jornadas anteriores ante Leganés (1-3), Valladolid (5-1) y Málaga (1-2). Lejos queda ya el último triunfo, firmado a costa del Girona el pasado 29 de enero en Lezama con un jugador menos durante los segundos 45 minutos. Nadie podía presagiar entonces, con una única derrota en ocho partidos de liga y con un nivel competitivo al alza, que mes y medio después el equipo iba a verse sumido en una crisis que ha costado el cargo a Vélez de Mendizabal y que tiene al colectivo contra las cuerdas.

Tanto es así que el margen de error se ha esfumado prácticamente al figurar en vigésima posición con 26 puntos y estar a cuatro partidos de distancia de poder alcanzar al Sporting de Gijón, el club que marca los puntos de permanencia con 35 puntos y que tiene ganado el gol average particular a los vizcainos. El filial de la Real Sociedad, decimonoveno en la tabla, aventaja asimismo en cuatro puntos a los azules, si bien ambos equipos deben medirse todavía en el Reale Arena el próximo 24 de abril. Mucho antes, este mismo domingo, el Amorebieta tendrá su primera final por la permanencia frente al colista Alcorcón como local. Está prohibido fallar. A los pupilos de Mujika, convencido de que la salvación aún es posible y que la plantilla es capaz de dar el paso al frente que demanda la cada vez más compleja situación, no les vale otra cosa que no sea sumar los tres puntos contra un rival que, totalmente descolgado, se encuentra a 18 puntos de la permanencia tras haber puntuado en solo 11 de sus 31 partidos de liga.

2-2 EN SANTO DOMINGO

Una victoria y dos empates suman a domicilio los madrileños, quienes ya frenaron al Amorebieta en su feudo en la primera vuelta con un gol sobre la bocina que evitó que los azules salieran victoriosos de Santo Domingo, donde este domingo mordió el polvo el Huesca. Por la mínima, gracias a un solitario tanto de Borja Valle en el minuto 71, se impuso un Alcorcón que, así las cosas, visitará Lezama con un plus de energía que deberán contrarrestar los de Mujika para volver a sumar de tres en tres y no empeorar aún más su situación clasificatoria. No se espera que el técnico de Pasaia agite demasiado la coctelera en la búsqueda de un triunfo que se antoja tan necesario como imprescindible para seguir soñando con la posibilidad de permanecer una temporada más en el fútbol profesional.

No hubo revolución en Ipurua más allá de los cinco cambios en la alineación, circunstancia que ya se daba con cierta asiduidad con Vélez de Mendizabal en la banda, y no la habrá el domingo frente a un desahuciado, pero combativo Alcorcón que no pondrá las cosas fáciles a los zornotzarras. No habrá alfombra roja en Lezama. La lucha por los puntos volverá a ser mayúscula y para ella tendrán que estar preparados y sumamente concentrados durante los noventa minutos los azules, en situación límite después de adjudicarse solo dos de los últimos dieciocho puntos a los que ha optado.