BAXI FERROL: Grande (3), Ivanovic (12), Koenen (16), Allen (9), Swart (9) -cinco inicial-, Villegas (0), Gari (0), Cabrera (3), Leaupepe (5) y Rodríguez (5).
LOINTEK GERNIKA: Buch (6), Bjorklund (21), Arrojo (4), Roundtree (5), Ginzo (17) -cinco inicial-, Moore (0), Silva (9), Alberdi (0), Brcaninovic (10) y Higgs (7).
Parciales: 19-21, 33-49 (descanso), 47-67 y 62-79.
Árbitro: Franquesa, Ríos y González. Sin eliminadas.
Incidencias: Media entrada en A Malata.
- La victoria, esquiva semana tras semana, se había convertido en una necesidad para el Lointek Gernika. En un año de extremos, con sensaciones vividas de todo tipo, las gernikarras llevaban hasta ayer seis derrotas consecutivas y, por fin, a la séptima, esa mala racha llegó a su fin en la cancha del Baxi Ferrol (62-79). El propio resultado y el reencuentro con el triunfo ya supuso un alivio para el conjunto vizcaino, pero la confianza creció un poquito más debido al camino que siguió el encuentro. Fue una victoria sin sobresaltos, en la que las jugadoras dirigidas por Mario López controlaron a la perfección el marcador y vivieron un cierre sin sufrimientos. Tremendamente acertadas en ataque, las jugadoras del Lointek Gernika hicieron mucho daño a la relajada defensa de las gallegas y el partido se quedó sin emoción muy rápido.
A pesar de la cómoda victoria, esa sensación de tranquilidad no invadió a las gernikarras hasta bien superado el primer cuarto. En el inicio, las jugadoras de ambos equipos dieron demasiadas concesiones y los puntos subieron a un ritmo frenético. Cuando el Lointek Gernika entendió que había que sufrir para encontrar el premio final, las cosas cambiaron drásticamente, sobre todo, en el aro visitante. Las vizcainas siguieron aprovechando las facilidades dadas por las gallegas y en defensa subieron la intensidad y el Baxi Ferrol quedó colapsado completamente. Esta tendencia se mantuvo tras el descanso y los minutos finales fueron un mero trámite. El Lointek Gernika volvió a disfrutar en la cancha y no aflojó en el desenlace para evitar sustos innecesario y cerrar un triunfo que ponía fin a su mala racha.