L remo en banco fijo del Cantábrico es una referencia. Es el lugar donde se reúnen los mejores de la especialidad y su impacto va más allá de sus propias costas. Desde otros lugares es observado como una competición en la que testarse en el siguiente nivel y cada año son varios los remeros que deciden hacer la maleta y probar durante unos meses. Paula Adsuar (Santa Pola, 1998) apostó este año por vivir la experiencia y se enroló en las filas de la tripulación de Lutxana. La alicantina tiene un bagaje importante en el remo de banco fijo tras remar varios años en llaut con el Club Náutico Santa Pola, pero en su llegada a tierras vascas se encontró con otro mundo. Técnicamente parecido, pero al mismo tiempo con muchas diferencias tanto en el agua como fuera de ella.

La decisión de subir a Euskadi para remar no fue cosa de un día para Adsuar. El covidy tuvo que esperar un año más del deseado para probar suerte. "Mi pareja entrena en Kaiku y tiene que subirse a entrenar aquí durante seis meses. El año pasado decidí subirme con él y ya iba a entrenar. Pero al final por el covid y todo era muy precipitado. Este año lo estuve pensando y en diciembre llamé a Ainhoa. Fue súper amable. Me dijo que contaba conmigo y que podía subir a probar", cuenta. Sin embargo, esta opción estuvo a punto de truncarse ya que Lutxana tuvo problemas para echar el bote al agua debido a la falta de canteranas. Una vez que la Ederra fue una realidad en la ETE, Adsuar no tardó en formar parte de su tripulación.

Al igual que les ocurre a muchos otros remeros, los primeros entrenamientos de Adsuar con Lutxana tuvieron que ser a distancia. Trabajar en Santa Pola con la mirada puesta en Bizkaia. Pero en el caso de la alicantina sus sesiones tuvieron un componente de dureza añadido. "Lo que hacía era un poco locura. Como también estaba compitiendo allí, iba dos horas antes al club a hacer los entrenamientos que tenia con Lutxana y luego entrenaba con mi equipo lo que tocaba para la liga", relata.

Poco a poco comenzó a subir con más asiduidad y desde el primer día se encontró con un equipo que le acogió como si fuera una más. "Llegué muy nerviosa, sobre todo por la gente y porque dicen que los vascos son muy cerrados. Pero para nada. Estoy súper agradecida por la acogida. Me siento súper bien entrenando y he vuelto a coger otra vez las ganas que tenía de entrenar. Ainhoa, todo el equipo, la directiva... todos han sido muy amables y estoy contenta de haber llegado a este club", reconoce. La adaptación en tierra fue bien y a la hora de subirse al bote también fue capaz de hacerse a él pese a las diferencias: "Técnicamente este es un barco al que hay que darle mucho más al final, hay que remar más largo y lo que más noto es que las regatas son el doble de metros. Luego, allí remamos en puerto cerrado, sin ola y es más estable. Por lo demás técnicamente es muy parecido".

relevancia

Otra de las diferencias que más llama la atención a Adsuar es la atención que recibe el remo en Euskadi. Llegó con la idea de probar el deporte y se encontró con una repercusión que no esperaba. "Me ha llamado la atención porque comparando con Alicante, aquí se le da mucha más importancia al remo. Para la gente es importante. El otro día en San Juan de Luz vi a mucha gente animando y para mí eso fue increíble", comenta Adsuar, que también reconoce que esa atención ha sorprendido a su entorno: "La gente está un poco flipando. Están pendiente de las retrasmisiones, de los resultados... la gente no se cree que estoy aquí remando, sobre todo por la importancia que se le da".

Lo vivido es solo una parte de lo que genera el remo. Hay una regata marcada en rojo para todos los remeros y Adsuar también es consciente de lo especial que es la Bandera de La Concha. "No sé si estaremos o no, pero lo vamos a luchar a muerte. Si lo conseguimos, sería de las cosas más grandes que puedo hacer en el remo", afirma. Otro sueño más de esta alicantina que viajó hasta Lutxana para vivir la experiencia de remar en las traineras y se encontró con un nuevo mundo lleno de ilusiones.

"Estoy súper agradecida por la acogida. Todos han sido muy amables y estoy contenta de haber llegado a este club"

"Lo que más noto es que las regatas son el doble de metros. Allí remamos en puerto cerrado, sin ola y es más estable"

Remera de Lutxana