Era la última oportunidad de ascender a División de Honor para el Gernika Rugby Taldea. Así que los basurdes han afilado los colmillos y se han lanzado a la yugular del Mazabi Santander Independiente. Un rival al que han noqueado en una primera mitad perfecta y que han terminado de rematar en la segunda con una defensa de escándalo.

Así que el Gernika se ha llevado con solvencia el partido de promoción (21-34) y, tras dos años en la B, se convierte en equipo de la máxima categoría del rugby estatal. De hecho, el Pepe Rojo de Valladolid enseguida se daba cuenta de que los forales ansiaban el ascenso. Su técnico, Eduardo Maidagan, ya avisó de que la diferencia de nivel entre los dos contendientes, podía acabar pasando factura a un Gernika con menos físico; así que planificó sobre el papel una primera parte rápida e impecable que sus jugadores han sabido trasladar al verde a la perfección.

De esta forma, en el minuto 8, Siyabonga Masuku ponía por delante a los gernikarras con un puntapié de castigo. En el 10, Eneko Gorostiza hacía lo que mejor sabe hacer: un ensayo. Y de nuevo el sudafricano no fallaba en la transformación para poner a los basurdes el encuentro de cara en apenas un cuarto de hora. Sin embargo, el verdadero vendaval vizcaino llegaba pasado el minuto 30. Primero Iker Olaeta y después Facundo Lamas convertían en ensayo un trabajo coral del Gernika. Y Masuku, incontestable con el pie, hizo que los forales se marcharan al descanso con 21 puntazos de diferencia (6-27).

Con todo, la experiencia del duelo ante La Vila, donde el rival les remontó un buen colchón de puntos en los instantes finales, hizo que el conjunto vizcaino saliera de los vestuarios desconfiado. Serio y concentrado. Como Maidagan auguró, la gasolina comenzó a escasear en el depósito foral justo cuando el Santander comenzaba a espabilarse del sopapo de la primera mitad.

Así que el Gernika, sufridor, se ha concentrado en la defensa. En mantener el resultado a base de sudor y esfuerzo. De no conceder superioridad en ninguna parte del campo. Cerró puertas y, aunque a escasos minutos del pitido final, el Santander quiso darle emoción el partido con la culminación de una de sus pocas jugadas corales, los basurdes disiparon todo atisbo de duda con el ensayo de Albertus De Bod.

Con el tiempo añadido ya avanzando, el verdinegro se colaba por el carril central para poner punto y final al periplo del Gernika en segunda. De esta forma, el club foral regresa a la categoría de la que descendió hace dos temporadas tras firmar una temporada perfecta, con tan solo una derrota y un último encuentro impecable. Así, los casi 400 gernikarras que se habían desplazado hasta Valladolid han podido celebrar que el Gernika regresa a la máxima división del rugby estatal por la puerta grande.