L Mediterráneo y las rías catalanas fueron el escenario de las primeras paladas de Rita Pereira y Helena Guasch. Las dos remeras del Club de Rem Badalona aprendieron a bogar lejos de Euskadi, pero lo vivido en el Cantábrico no era ajeno para ellas. El lugar donde el banco fijo gana fuerza y las regatas reúnen a los mejores de la especialidad. Otro nivel más. Remar aquí se convirtió en un objetivo para ambas y este año viven la experiencia de primera mano. La oportunidad de venir surgió para Pereira y Guasch y afrontaron el reto con desconocimiento pero al mismo tiempo llenas de ilusión. Sin saber muy bien lo que se encontrarían llegaron a Ondarroa y no necesitaron demasiado tiempo para saber que la decisión había sido acertada.

Vivir la experiencia de remar en Euskadi y aprender eran los principales objetivos de estas dos remeras catalanas. “Teníamos ya las expectativas altas porque otras chicas que habían venido otros años nos habían hablado muy bien sobre esta experiencia y la verdad es que se están superando. Estamos aprendiendo un montón y está siendo una gozada”, comenta Guasch. Las dos catalanas conocen bien el remo, pero nunca habían estado en un lugar donde tuviera tanta repercusión. “No sabíamos cómo nos iban a recibir, cómo iba a ser el contacto con el primer equipo y a la hora de competir. Pero nos han acogido súper bien y la afición que hay es una barbaridad. En Catalunya no tenemos esto, no tiene esta visibilidad y se disfruta mucho más”, reconoce Pereira. La victoria en el Campeonato de Bizkaia fue la prueba perfecta para ver cómo el pueblo se vuelca con su tripulación.

Las dos remeras se sintieron acogidas por el pueblo de Ondarroa desde el primer día, aunque al principio hubo aspectos de la localidad que les sorprendieron. “Venimos de una zona muy céntrica y no nos esperábamos que fuera un pueblo tan apartado. Cuando llegamos no pensábamos que iba a ser tan pequeño, pero estamos muy bien y el pueblo y su gente son muy acogedores”, opina Pereira. Ambas se sienten muy bien en Ondarroa y el pueblo también les echa una mano en el día a día, incluso llegándoles a enseñar algunas palabras en euskera.

La falta de experiencia para remar en estas condiciones hizo que Pereira y Guasch tuvieran pequeñas dudas al principio. “No sabía si iba a estar al nivel porque aquí se vive de otra manera y es la élite. Pero las entrenadoras nos dijeron que viniéramos, que no importaba la experiencia y que estarían encantadas de enseñarnos”, declara Pereira. Las remeras reconocen que además de disfrutar están aprendiendo mucho y parte de la culpa la tienen Nagore Osoro y June Aranbarri: “Son dos chicas que tienen un montón de experiencia, han ganado la Concha y saben un montón. A pesar de que llevan poco tiempo como entrenadoras lo están haciendo súper bien”.

En ese aprendizaje también tuvieron que adaptarse a las condiciones del mar. Descubrir una remada entre las imprevisibles olas. “Los primeros días nos decían: Bienvenidas al Cantábrico. Ha sido la primera vez y sí que es verdad que es muy diferente. No estamos acostumbradas a remar en ola pero poco a poco le vamos cogiendo el tranquillo”, apunta Guasch. Son los primeros pasos de una experiencia que supera todas las expectativas que tenían puestas estas dos remeras catalanas y esperan que todo lo vivido no se quede en una anécdota de un solo año.

mañana, en getaria

El club ondarrutarra viajará mañana hasta Getaria para celebrar la jornada de la ETE a partir de las 11.00 horas. Ondarroa es quinto en la clasificación y busca un buen resultado que le permita volver a la tanda de honor. Al día siguiente será el estreno de la sede de Getxo. Las embarcaciones de la segunda liga femenina competirán a partir de las 18.00 horas. En las mismas sedes se disputarán también las jornadas de la ARC.

Las dos remeras catalanas han tenido que adaptarse a remar en el mar en unas condiciones desconocidas para ellas hasta entonces

Pereira y Guasch se han visto sorprendidas por la repercusión que tiene el remo en Ondarroa, donde se sienten integradas