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Esteban Núñez | Exentrenador del Bilbao BSR

"Me hubiera gustado acabar compitiendo por cosas importantes"

"Me hubiera gustado acabar compitiendo por cosas importantes"Foto: Oskar González

- ¿Qué le hizo tomar la decisión de dejar el Bidaideak Bilbao BSR?

—-La razón principal es que no puedo compaginarlo con el trabajo que tengo. Ese es el motivo principal. Luego, en los últimos meses esta pensando si seguir o no porque sentía que estaba acabando mi ciclo y lo que era capaz de darle al equipo.

¿Le da pena terminar de esta manera?

—Sí, es un poco decepcionante. Cuando uno termina o cambia de aires, quiere hacerlo bien y más en el mundo del deporte. Me hubiera gustado acabar compitiendo por cosas importantes e intentando repetir los logros de años anteriores. Es una decepción y si hubiera podido, hubiera alargado un año más porque quería acabar de otra manera.

Aunque deja de ser entrenador, no se desvincula totalmente del club.

—Así es. En un principio voy a hacer de director deportivo. Es una función que quizás teníamos algo desatendida y es algo que se puede trabajar un poco más con el teléfono o desde casa, sin un horario fijo. Por eso puede estar acorde con los conocimientos que tengo y con mi disponibilidad.

Una de sus primeras labores será ayudar al próximo entrenador en esta transición.

—Entiendo no hay mucha gente que sepa de basket en silla y con la persona que venga habrá que ver vídeos y hacer una pequeña formación. Es un buen momento porque la próxima temporada empieza más tarde de lo normal. Ese puede ser un factor positivo y en mi caso estoy dispuesto a ayudar. Como director deportivo entiendo que una de las funciones también es poner un poco en tesitura a las personas que vengan, contar en que consiste el club y el deporte y hacer de enlace entre los jugadores y el entrenador.

¿Qué balance hace de su etapa en el club?

—Cuando empecé no me marque unos objetivos para no meterme demasiada presión. En esa primera temporada el club quería competir por todo y llegar a los finales de las competiciones con opciones de pelear. Conseguimos llegar a la final de liga y Euroliga. Las perdimos pero vimos que éramos capaces de competir. El segundo ganamos un título y perdimos otra final. Creo que el resultado obtenido es más que satisfactorio. Primer título de la historia del club, varias finales, nos hemos estabilizado entre los tres y cuatro mejores equipos de España y estamos en la sexta posición europea. Estoy satisfecho de lo que hemos conseguido.

Lo que está claro es que el equipo ha dado un paso adelante.

—Había un trabajo previo de años anteriores porque parte de la plantilla no cambió y acertamos con los fichajes. Según fueron pasando los años el equipo cogió un estilo de juego más consolidado y cada vez más efectivo. Conseguimos tener muchas amenazas y convertirnos en un equipo difícil contra el que jugar. Pasamos de ser un buen equipo a un equipo muy competitivo y al que los otros equipos de la liga temían y con el que no se querían encontrar en las finales y en las semifinales.

¿Qué recuerda de sus primeros pasos en el club?

—Llegué en el 2014, en mi último año de carrera. Tenía que hacer unas prácticas y elegí el Bilbao BSR. Empecé con Sando y al principio estaba un poco perdido debido a todas las cosas nuevas. En este deporte no todos juegan igual y tienen capacidades físicas diferentes, además de las diferencias tácticas que hay. También mi experiencia se limitaba al baloncesto aficionado y de formación y esto era algo que ya iba pareciéndose al profesionalismo. Desde ese momento en que todo era nuevo hasta ahora que me he consolidado como una figura importante, han cambiado mucho las cosas. De empezar de la nada hasta ahora la progresión es importante. Pero todo ha sido cuestión de tiempo e interés.

¿Cómo recuerda sus primeros días como primer entrenador?

—En la última temporada de Domingo empecé a dirigir partidos en postemporada y probé cosas. Me permitió empezar sin presión e ir fogueándome. Los entrenamientos no me costaron tanto pero sí que me costó un poco más la competición. De los tres primeros partidos perdimos dos. Uno nos remontaron diez o doce puntos y el otro nos ganó Vigo en casa que vino con cinco jugadores. Creo que fue bastante en parte por mi inexperiencia.

¿Qué le pasó por la cabeza en esos momentos?

—Recuerdo que no casi no dormí después de perder contra Vigo y lo pase mal personalmente porque no entendía lo que había hecho dos horas antes. Hasta que el equipo remontó estuve una o dos semanas que no lo pasé nada bien. Pero son cosas de las que aprendes y te sirven para no repetir el error.

Pero el equipo empezó a crecer a partir de ahí. ¿Con que momento se queda de su ciclo como entrenador?

—El título que conseguimos en Sheffield es muy importante porque jugamos contra un equipo con un fondo de banquillo impresionante, contra el Besiktas. Le tengo mucho cariño porque creo que mi trabajo fue bueno a la hora de plantear el partido y luego cada uno de los jugadores. Jugó al cien por cien. Flipaba un poco porque no cometíamos fallos y fue un momento utópico en el que todo salió a la perfección. También me quedó con la final perdida el año anterior ante el Galatasaray en Txurdinaga. Fue un encuentro súper intenso, con la grada llena y caímos por solo dos puntos. Aunque perdimos no tengo un recuerdo malo porque fue cuando el equipo se dio cuenta de que tenía calidad para competir y llegar a finales.

"En estos años pasamos de ser un buen equipo a un equipo muy competitivo y al que los otros equipos de la liga temían?