Bilbao - “Ahora tenemos un tramo exigente quizás por el nombre de los rivales, pero para mí llevamos inmersos en ese tramo exigente desde la primera semana de octubre cuando jugamos en Pumarín. Tenemos claro desde el principio que va a ser un año largo”. No le faltaba razón a Álex Mumbrú cuando después de la victoria del Bilbao Basket ante el Carramimbre Valladolid quiso recalcar la dureza de una competición que da poca tregua a sus equipos, sean cuales sean sus objetivos. Sin embargo, tampoco se puede ocultar que el conjunto vizcaino está confeccionado para pelear por el ascenso y en las dos próximas jornadas se medirá a dos rivales que figuraban a su misma altura en la parrilla de salida de la LEB Oro. Los hombres de negro visitarán el viernes al Betis Energía Plus para recibir a continuación al Iberojet Palma, dos rivales que a día de hoy aparecen en el retrovisor bilbaino, más cerca los andaluces, más alejados los baleares, en lo que serán dos encuentros para volver a medir la solvencia de la franquicia de Miribilla dentro del complicado ecosistema de la categoría de plata del baloncesto estatal.
El Bilbao Basket lleva examinándose desde el primer balón al aire del curso. Es lo que tiene figurar como uno de los gallos de la competición, ser el rival a batir para la gran mayoría de los rivales y jugar en un escenario, el Bilbao Arena, que todos alaban y en el que todos quieren lucir sus mejores galas. Pero las notas del nuevo estudiante de la clase son, por el momento, de notable alto. Cinco victorias en seis partidos -tres de tres fuera de casa- habiendo jugado contra varios de los conjuntos más en forma en este amanecer de la campaña. No hay que olvidar que el Valladolid acudió a Bilbao instalado en el coliderato, misma vitola que mantenía, hasta caer derrotado esta jornada, el Levitec Huesca, el único equipo capaz hasta el momento de tumbar a los entrenados por Álex Mumbrú. La cúspide de la tabla es ahora cosa de tres: Força Lleida, Palencia y Bilbao Basket y el verdugo de los ilerdenses en su única derrota fue precisamente el cuadro vizcaino.
Ahora toca afrontar una reválida ante dos de los equipos mejor armados, a priori, de la LEB Oro, aunque de momento no han sido capaces de desplegar todo su potencial, sobre todo en el caso del Iberojet Palma. El Betis Energía Plus arrancó con dudas, lo que cristalizó en dos derrotas en sus primeros tres partidos -en sus visitas a Huesca y Valladolid-, pero ha ganado sus tres últimos compromisos y no conoce la derrota en su cancha. Con un núcleo duro formado por Thomas Bropleh -impresionante su arranque de curso y su brutal 68% en triples-, Matt Stainbrook, Dani Rodríguez, Tobias Borg, John Dee y Obi Enechionyia y secundarios más que solventes, entre ellos otro exjugador del Bilbao Basket como Mamadou Samb, todo el mundo cuenta con los andaluces para ocupar puestos de honor al final de curso. Más terreno ha perdido, por su parte, el Palma, que presenta un pobre balance de dos triunfos y cuatro derrotas tras perder sus tres últimos partidos, en la cancha del Betis y en casa ante Valladolid y Araberri, que estrenó su casillero de victorias en esta última jornada gracias a este partido. Extraña su balance porque su plantilla parecía sobre el papel una de las mejor armadas de la categoría, pero de un conjunto que tiene a dos de los mejores diez anotadores de la competición, Fran Guerra y Marcus Gilbert, cabe esperar que reaccione en algún momento, para lo que necesitará que jugadores llamados a ser puntales del proyecto como Álex Hernández o Carles Bivià mejoren su rendimiento y entren en dinámica de equipo.
El Bilbao Basket se ha batido el cobre con solvencia ante rivales aguerridos, de los que se defienden con uñas y dientes asumiendo su teórica inferioridad. Ahora le toca probarse a conjuntos con galones similares y comprobar su nivel de respuesta.