Alex Txikon: “Mi mayor reto en el alpinismo es seguir estando con vida”
Alex Txikon acompañará aReinhold Messner, el primeralpinista que escaló los 14ochomiles, en la conferenciaque el italiano ofrecerá elsábado en el Euskalduna
bilbao- El próximo sábado, Reinhold Messner pisará Bilbao por primera vez para relatar sus experiencias en la alta montaña. El italiano cuenta con el honor de ser el primer alpinista que coronó los 14 ochomiles, además de ser pionero en eso de ascender el Everest sin oxígeno artificial y de abrir numerosas vías que, antes de su paso, parecían imposibles. Todos esos momentos desgranará Messner en el Euskalduna y lo hará de la mano de Alex Txikon (Lemoa, 1981), un maestro de ceremonias con el que guarda una gran relación, y al que no dudó en visitar en el campo base de la cima del planeta cuando el vizcaino llevaba a cabo su primer intento invernal sin oxígeno.
Acompaña a Messner en su conferencia del sábado en el Euskalduna, todo un honor.
-Reinhold ha escalado los 14 ochomiles, es la primera persona junto a Peter Habeler en escalar el Everest sin oxígeno artificial, de hecho este año se cumple el 40 aniversario de ese hito... Pero aparte de todo lo que ha conseguido en la montaña, Reinhold es grande por su filosofía, por cómo ha evolucionado como persona, así que espero que la gente se anime a ir y disfrutar de él y no solo de sus avances en la montaña y la naturaleza. Porque también es alguien que ha escrito más de 20 publicaciones y que domina temas como la psicología. Es decir, que tiene un público grande y su conferencia no solo es para los amantes del alpinismo.
La conferencia se titula ‘El encanto de lo imposible’ , una idea que compartes. ¿Conseguir lo imposible es algo que tienen en común la carrera de Messner y la suya?
-Sí, eso es. Hay muchas cosas que tenemos en común: su primer ochomil fue el Nanga Parbat, donde desgraciadamente falleció su hermano Günther y mi primera invernal histórica precisamente fue en esa montaña. Tenemos afinidad a pesar de la diferencia de edad.
¿Tienen buena relación?
-Sí, la verdad es que sí. Nos conocimos en 2012, nos volvimos a ver al año siguiente, después nos encontramos en el Nanga Parbat, luego nos vino a visitar a Nepal... Por eso es un orgullo que esté en Bilbao, porque quizá es una de las últimas oportunidades que tenemos de disfrutar de él. Está inmerso en muchos proyectos, dirigiendo algunas películas... está tan solicitado que va a ser complicado que vuelva.
Messner fue el primero en coronar el Everest sin oxígeno y usted lleva dos intentos invernales sin éxito. ¿Está preparando el tercer intento?
-A día de hoy, sinceramente, no lo sé. Estamos barajando diferentes montañas y distintas opciones. Cuando tengamos las cosas claras lo haremos público, pero por el momento estamos acumulando información, digiriéndola, a pesar de que se nos esté echando la fecha encima. Creemos que las montañas se suben primero analizándolas desde casa y, por eso, estamos centrados en la planificación y la estrategia.
No es la primera vez que dice que quizá le dé un poco de descanso al Everest.
-Eso es, dije que quizá le daba descanso, pero no lo sé. No es que un día diga una cosa y al siguiente piense otra; pero analizo la información y he estado allí durante seis meses de mi vida de los últimos dos años. Además, también se barajaba que iba a haber una expedición comercial y eso me echaba un poco para atrás. Pero ahora parece que no sale... Por eso estamos pensándolo, no queremos precipitarnos.
¿Es el Everest una espinita clavada?
-No, ni mucho menos, estoy en una etapa de mi vida en la que me gustaría coronarlo pero si no puede ser, no puede ser. Espero poder llevar a cabo esa tercera y última ascensión.
¿Y qué otras montañas baraja?
-En Nepal hemos mirado el Kanchenjunga, que es una montaña que me gusta mucho, el Makalu y el Manaslu, que también es una montaña bonita. Además, estamos mirando alguna montaña de 6.000 o 7.000 metros porque no solo buscamos ochomiles. También preguntamos por el K2... tenemos diferentes opciones.
Pero todavía no han movido ficha para ninguna.
-No. Tan solo hemos mirado precios, tomado los contactos pertinentes, conocer los tiempos de planificación, viaje, permisos y logística.
Es que se dice que el Gobierno de Gilgit Balistan ha expedido dos permisos para el K2 y que uno lleva tu nombre.
-Eso se dice, pero a día de hoy si vamos, no vamos a ir con las cinco personas a las que se les ha expedido el permiso. Estamos un poco sorprendidos con esa información y desde luego el permiso será para otra expedición, porque desde luego para la nuestra no.
También Artem Braun, promotor de la expedición ruso-kazajo-kirguís que este invierno intentará la primera ascensión invernal sin oxígeno, ha pensado en usted para acompañarles. ¿Se ha puesto en contacto con usted para hablar del tema?
-Sí, he hablado con él porque es muy amigo mío y hemos comentado alguna cosa, pero aún está todo en el aire.
Lograr la primera ascensión invernal al K2 sería algo legendario, ¿no?
-No se trata de ser la primera o la segunda, sino de disfrutar del tiempo y del monte al máximo y siempre con cabeza. A mí haber hecho la primera ascensión al Nanga Parbat en invierno o hacer la primera repetición me sabe igual. Al final, el placer o el disfrute que se tiene en la ascensión es súper gratificante.
¿Qué fecha se han puesto de tope para decidir destino?
-Hacia el 15 o el 20 de noviembre tendremos que tomar la decisión final.
De momento, esta tarde da una conferencia en Tenerife en la que analiza los grandes retos a los que se ha tenido que enfrentar en el mundo del montañismo. ¿Cuál ha sido el mayor reto?
-Mi mayor reto es el seguir estando con vida y con ilusión de seguir subiendo montañas porque cuando tantos amigos se quedan en el camino te puedes desmotivar y ahora mismo sigo yendo con más ilusión que al principio.