AYER Bilbao amaneció oliendo a rugby. Como si volviera a ser el pasado mes de mayo y las finales europeas regresaran a la capital vizcaina durante un fin de semana. Ayer, Bilbao se convirtió de nuevo en la capital del balón oval, aunque de forma más humilde, al acoger a más de 700 personas con el mismo objetivo: disfrutar de su deporte favorito. Porque ayer el Universitario celebró la quinta edición del Rugby Bilbao Hiria, un torneo con el que pretende conmemorar su 50 aniversario y que transformó al polideportivo El Fango en el hogar de los ensayos y las melés. Equipos llegados desde Oviedo, Barcelona, Valladolid o Cambó, así como conjuntos provenientes de todo Euskadi, no quisieron perderse la fiesta y dejaron gran parte del protagonismo a las categorías inferiores. Los más pequeños, que apenas superaban los ocho años, exhibieron el rugby más puro e inocente. Y demostraron la buena salud de la que goza la cantera del Universitario Bilbao. Y es que precisamente las finales de la Champions y la Challenge Cup dieron la promoción acertada para que decenas de curiosos se acercaran a sus instalaciones con interés. “A finales de mayo hubo un incremento de chicos y chicas que vinieron a ver qué es esto del rugby y volvieron al comienzo de la pretemporada en septiembre”, reconoce Aitor Jauregi, presidente del Universitario. Y es justo en las categorías más pequeñas donde más impulso han encontrado, tal y como explica, José Luis Cañada, delegado del club bilbaino: “Es en M8 y M10 donde más hemos notado la entrada de jugadores nuevos, de hecho, tuvimos que ampliar un poco más la temporada pasada para que pudieran disfrutar del rugby; pero está claro que cuanto más se oiga hablar y más se interesen por este deporte, mejor”.
Por eso, una de las personas que más ha notado el aumento de la cantera del Universitario Bilbao es Paul, entrenador de su equipo M8. Para el técnico, obviamente, es “importante hacer cantera. Que Bilbao sea la ciudad más importante de Bizkaia y que los clubes más importantes de rugby fueran Gernika o Getxo dejaba mucho que desear. Por eso nos han venido muy bien las finales, porque hemos pasado de ser de los que tenían menos escuela, a los que más”. Y, junto a Paul, asiente Zaloa, la ama de uno de esos prebenjamines que ayer correteaba por los campos de El Fango: “Este año se han apuntado un montón de niños nuevos y eso es muy bueno para el rugby. También es increíble que el club pueda montar esta estupenda fiesta para que los críos puedan conocer a otros de ciudades diferentes pero con los mismos gustos”.
De esta forma, el Universitario Bilbao está exprimiendo al máximo los beneficios que dejaron las finales europeas en la capital vizcaina, sin embargo, como su presidente explica, “hay que preguntarse si es solo una explosión y se acabará de un momento a otro”. Por eso, el propio Jauregi admite que lo que se pretende en el club es que “esto tenga una continuidad porque queremos aprovechar las finales como un impulso”. Y, para ello, desde el Universitario ya se han puesto manos a la obra para trabajar en la oportunidad que el mejor rugby europeo les ha proporcionado. “Vamos a aprovechar esta ola porque para nosotros es muy importante tener cantera, ya que nuestro objetivo es promocionar el rugby en Bilbao. El rugby para chicos, para chicas, para personas con discapacidad y diversidad funcional... y luego, además, tratar de dar la mayor calidad a los equipos senior para estar lo mejor posible”, destaca Jauregi.
Fiesta del rugby
Además de las categorías escolares, en el Rugby Bilbao Hiria también hubo lugar para los federados. Los equipos sub’16, sub’18, senior femenino, senior masculino y equipos de rugby inclusivo tuvieron la oportunidad de demostrar sus aptitudes durante la tarde de ayer. Fueron en total 700 los jugadores -de los cuales unos 175 defendían los colores del Universitario- que se congregaron en El Fango, una cifra por debajo de lo acostumbrado, ya que en ediciones anteriores este torneo llegó a reunir a más de 1.000 aficionados al rugby. Sin embargo, Jauregi achacó este descenso también a las pasadas finales continentales: “Este año hemos tenido que improvisar porque solemos celebrar esta competición a finales de mayo, pero con los partidos europeos no pudimos así que lo trasladamos a octubre”. Con todo y a pesar de ello, para Paul “poder organizar este torneo y que pueda venir gente de otras ciudades a disfrutar del rugby en nuestra casa es todo un orgullo para nosotros”.