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Cumplir sueños como motivación

Iraitz Arrospide debuta el domingo en el campeonato de Europa de maratón con el objetivo de finalizar la prueba

Cumplir sueños como motivación

IRAITZ Arrospide (Villabona, 1988) está a 42 kilómetros de cumplir otro sueño más. Completar el maratón en un Campeonato de Europa era algo impensable para él hace poco menos de un año. Una quimera que a base de esfuerzo se ha convertido en meta. Inesperado para muchos, pero un camino que ya no sorprende al guipuzcoano. Su trayectoria es diferente a la de muchos atletas, desde un segundo plano, la mejora de las marcas ha sido siempre su motivación personal. Sin ser un fondista que se dedica exclusivamente al atletismo, su sacrificio le han llevado a ir derribando barreras poco a poco. Aspirar a lo máximo dentro de sus posibilidades es su leit motiv y así primero llegaron los éxitos en la Behobia-San Sebastián, su carrera fetiche, luego sorprendió a todos con el tercer puesto en el Campeonato de España de Maratón y el domingo afronta el siguiente gran reto. El Europeo, otro sueño convertido en objetivo.

El guipuzcoano es un atleta cocido a fuego lento. Las grandes citas internacionales nunca estuvieron en su mente. Correr era su pasión y no miraba más allá de sus propias marcas. El único rival era el cronómetro. Arrospide tuvo que dejar de correr cuando se trasladó a Inglaterra a estudiar y se dedicó a “hacer otro tipo de deportes y mucho gimnasio”. Pero el gusanillo estaba ahí, las ganas de correr no tardaron en volver a despertar y una vez asentado volvió a calzarse las zapatillas. “Volví a correr hace tres años y con el trabajo que había hecho en el gimnasio empecé a mejorar mucho y decidí entrenar seis o siete días a la semana, haciendo las cosas lo mejor posible”, comenta. La mejora constante se convirtió en motivación y le hizo creer que podía dar un paso más: “Hacía las carreras de los parques que se celebran en Inglaterra y ver que iba mejorando. Lo hacía sin hacer un entrenamiento no muy serio y eso me hizo decidirme por aumentar los entrenamientos para ver hasta dónde podía llegar. Evidentemente sin pensar que estaría hoy camino a un Europeo”.

La carrera que lo cambió todo fue el Campeonato de España de Maratón. Fue el debut en esta cita para el atleta de Villabona y sorprendió a todos, incluido a sí mismo, al conseguir acabar tercero, solo por detrás de Javier Guerra y Jesús España. “No pasaba por mi cabeza hacer un podio y menos entrar en la prelista del Europeo”, reconoce. Apareció un objetivo inesperado. Arrospide comenzó a preparar el Campeonato de Europa con la incertidumbre de no saber si acabaría ganándose un hueco para el maratón de Berlín. “Era algo incierto tener que preparar algo sin saber si realmente vas a poder ir. Sabía cuál era el objetivo y lo que he tratado era de hacer la mejor preparación posible, pensado que tenía un maratón. Al final todo ha salido bien”, explica.

Este Europeo ha despertado nuevos sueños en Arrospide. Nuevas metas que están un poco más cerca gracias a su progresión. “Sueñas con lo máximo y al final en el atletismo eso son los Juegos Olímpicos. Es muy difícil porque al final solo hay tres plazas por país y para todos los atletas es el objetivo de su vida”, cuenta. Aun así, esta primera internacionalidad le acerca a esa meta y aquella utopía ya no es tan irreal. “Hay otros sueños que eran igual de grandes, como acabar tercero en una Behobia, que para mí es la carrera más especial. Era un sueño cuando acababa en los puestos mil o dos mil y al final logré un podio, eso siempre se va a quedar ahí. El siguiente reto es muy complicado, pero si lo luchas con todas las fuerzas, la suerte te acompaña y con la ayuda de la gente de casa, que también merece su mérito, a lo mejor se puede cumplir”, concluye. A 42 kilómetros de realizar, una vez, otro sueño que hace poco ni imaginaba.