Una final a palo seco

bilbao - Uno de los asuntos que más polémica había levantado en Bilbao en los días previos a estas finales europeas de rugby es el de la venta y consumo de alcohol durante los partidos. El hecho de que uno de los patrocinadores de la EPCR (European Professional Club Rugby), la organización que dirige la Champions Cup y la Challenge Cup, sea una multinacional cervecera indicaba por dónde podían ir los tiros, sobre todo después de que algunas imágenes mostraran la descarga de decenas de barriles de cerveza en San Mamés.

Al final, se respetó la ley y en los bares del estadio no se sirvió alcohol desde una cuarto de hora antes del partido hasta un cuarto de hora después. Quizás por eso el público tardó en ocupar sus asientos, algo que también suele ser habitual en otros acontecimientos deportivos. De todas formas, el trasiego de gente por los pasillos fue casi incesante durante el transcurso del choque entre el Cardiff Blues y el Gloucester, algo que tampoco está permitido cuando juega el Athletic. Para tratar de evitarlo, algunos mochileros se pasearon por la grada ofreciendo cerveza a precios desorbitados a los espectadores.

Ayer algunos aficionados ingleses mostraron su sorpresa por no poder consumir alcohol, pero no les quedó más remedio que aceptarlo. Quizás por ello, el ambiente estuvo frío durante mucho rato, aunque se espera que hoy sea otra cosa ya que irlandeses y franceses llenarán San Mamés y sus alrededores.