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Getxo Errugbia, obligado a reinventarse

El Getxo Errugbia está viviendo una temporada complicada en la que ha tenido que apostar por un plantel repleto de juventud que ha acusado la inexperiencia, lo que le ha llevado a estar al borde del descenso en la élite del rugby

Getxo Errugbia, obligado a reinventarseJ.M.M.

UNA temporada de cambio. Un giro de timón hacia un rumbo impredecible. Al Getxo Errugbia le ha tocado este año ejecutar un drástico “relevo generacional” que le ha llevado a estar al borde del descenso a División de Honor B. Con nueva directiva, nuevo entrenador y un plantel renovado repleto de juventud, el conjunto gualdinegro se ha visto obligado a “reinventarse”, resume el presidente de la entidad, Alberto Zubeldia. Una situación que podía ser previsible, pero no por ello menos dolorosa. “Sabíamos que iba a ser una temporada difícil desde el principio”, explica. A pesar de todo, huye de cualquier tipo de pesimismo y rompe una lanza a favor de sus jugadores, que ocupan el farolillo rojo de la Liga Heineken: “Tenemos que apoyarles. Es un plantel nuevo que ha ido adoptando el modelo de juego que queremos aunque nos ha faltado tiempo. En los últimos partidos se ha visto una mejoría y mientras haya una posibilidad, y así lo indiquen las matemáticas, hay que luchar”.

Con una victoria y 17 derrotas, los getxotarras son colistas y tienen pie y medio fuera de la élite del rugby estatal. Sin embargo, los últimos partidos han ofrecido un hilo de esperanza. “Frente al Gernika perdimos en el descuento. Ante el Ordizia, por un ensayo tras remontar, y contra La Vila parecido”, apunta Zubeldia. “No está todo perdido. Se puede ganar en Cisneros y ver qué sucede”, añade. Por sufrimiento y entrega no será. La temporada pasada ya salvaron un matchball en una eliminatoria de play- out. Con 12 puntos en su casillero, la mira del conjunto getxotarra está puesta en el Hernani, penúltimo clasificado con 25 puntos. Jugar la promoción de descenso sería su tabla de salvación. “Afrontamos los cuatro partidos que quedan como finales pero sin presión extra”, proclama el técnico gualdinegro, Juan Carlos Bado, quien reconoce que falta que lleguen los resultados. “El grupo se merece una victoria desde hace tiempo. Está trabajando muy bien”, apunta. Tras Cisneros (sábado, 17.00 horas) se medirán al actual líder Quesos Entrepinares; luego al Barcelona y, finalmente, al Hernani.

Según Zubeldia, una de las claves de la temporada está en la situación económica. “No hemos podido traer a todos los jugadores que queríamos y se han ido algunos importantes”, indica. Todo ello fruto de un presupuesto limitado que les hace competir contra gigantes. David contra Goliat. “Los tres primeros clasificados: Quesos, El Salvador y Alcobendas tienen solo para el primer equipo el presupuesto que nosotros destinamos a todo el club, 400.000 euros”. Todo un hándicap para un club que aglutina a 350 jugadores en doce equipos y que hasta el año pasado era el único que podía presumir de tener un equipo masculino y uno femenino en la élite.

Respecto a la plantilla, Zubeldia explica que al finalizar la pasada temporada ascendieron quince jugadores sub’18 al primer equipo. “Se trata de jugadores bien formados. Sin embargo, en División de Honor no vale solo con los mimbres de casa. Hace falta esponsorización y traer jugadores con experiencia que a su vez ayuden a formar a los jóvenes de aquí. Lo ideal sería poder confeccionar un plantel que aúne unos pocos jugadores extranjeros y el resto jóvenes de la cantera”, detalla. “Esta temporada ha habido 25 cambios en la plantilla. De los 13 extranjeros que tenía el equipo sólo se quedó uno. Además hemos tenido cinco lesionados importantes”, añade Bado.

Zubeldia tiene claro que se necesita que “las empresas vascas” aporten músculo financiero: “El momento de la selección española y las finales de rugby en San Mamés son idóneas para apostar por este deporte”. Y echando la vista atrás, encuentra paralelismos con su primera etapa en la directiva, hace ocho años. “El equipo descendió y tuvimos que rescatarlo. Ahora tenemos un mayor número de jugadores pero el campeonato es más exigente”, señala. Atrás quedaron aquellos gloriosos años 90 en los que consiguió cuatro Copas (1990, 1991, 1992 y 1997- y una Liga -1993-.