bilbao - El Gran Premio de Catar abre este domingo el Campeonato del Mundo de Motociclismo, que alcanza su 70ª edición con el calendario más largo de la historia, 19 carreras tras la introducción de una prueba en Buriram, Tailandia. Las simulaciones de la pretemporada de MotoGP han destacado a tres marcas, las ya habituales Honda, Ducati y Yamaha. Nada nuevo bajo el sol, dado que en 2017 las victorias se las repartió este excelente trinomio: Honda se adjudicó ocho, seis de Marc Márquez y dos de Pedrosa; Ducati amasó 6, todas de Andrea Dovizioso, y Yamaha se embolsó cuatro, tres de Maverick Viñales y la restante de Valentino Rossi. En este sentido, es de esperar que se sucedan pocos cambios en las plazas punteras.

Si bien, las dudas se ciernen sobre la fábrica de los diapasones, que el año pasado fue la primera en darse de baja de la candidatura por el título de la categoría reina; en 2017, Viñales rindió por debajo de las expectativas generadas durante la pretemporada, donde marcó los mejores tiempos en cada uno de los tres ciclos de test, luego comenzó con buen pie ganando las dos primeras carreras, pero se desinfló a medida que avanzó el curso; Rossi, con un solo triunfo el año pasado, tampoco brilló como tiempo atrás, como el aspirante a campeón que pretende ser. Yamaha, por tanto, es la gran incertidumbre para 2018. No obstante, Yamaha ha firmado el mejor crono de los test en Catar, donde comienza el espectáculo. Esto le ha permitido alzarse a la altura de Honda o Ducati en los test preparatorios.

Malasia acogió tres jornadas de entrenamientos siendo el primer ciclo de los tres programados para la pretemporada. Allí reinó Ducati, con Jorge Lorenzo a los mandos. Más tarde llegó el periplo en Tailandia, segundo test de pretemporada. Después de los tres días de rodaje, Dani Pedrosa se alzó con el mejor tiempo. En el último episodio invernal, en Catar, Yamaha reaccionó a los movimientos de la competencia para copar la clasificación, pero lo hizo con Johann Zarco, piloto del satélite Yamaha Monster Tech3. De modo que la diversidad ha sido la tónica imperante en los entrenos. Un notable cambio con respecto a la hegemonía de Viñales en 2017, amo y señor de los test. Así como entonces la gloria se personalizó, en esta ocasión no hay nombres propios especialmente destacados, sino que habría que hablar de fábricas, con el citado reparto de cuota de éxito.

márquez, ritmo sin estridencias Los entrenamientos dictan igualdad, una bendita competencia que es cuando cobran trascendencia los detalles. Para Marc Márquez, vigente campeón y ganador de cuatro de los últimos cinco mundiales, esos detalles pasan por “caerme menos”, puesto que a nivel técnico Honda se ha mostrado superior a las dos inviernos anteriores, y se erige como la factoría a batir. “Hemos hecho una pretemporada bastante buena y estable, tanto físicamente como en la parte más técnica de la moto. Este año no hemos inventado demasiado y empiezo con una base estable que ya conocía. Honda trabaja muy bien y ha mejorado algunas cosas que nos ayudan a tener más estabilidad. Esta temporada quería caerme menos, lograr los mismos resultados con menos riesgo”, explica el de Cervera, que añade jocoso: “Aunque esto lo digo con la boca pequeña, porque los grandes premios son diferentes”. Los domingos su filosofía es “puerta grande o enfermería”, aunque ha ido aplicando dosis de moderación, lo que no quita que en 2017 fuera solo superado por el debutante Sam Lowes (31) en número de caídas, con 27.

Márquez no ha logrado el mejor crono en ningún escenario de pretemporada de 2018; porque sí lo fue en Valencia tras el cierre de la pasada temporada. Sin embargo, el catalán se ha centrado en el ritmo de carrera, un apartado en el que ha sido el mejor. De hecho, ha sido el piloto con más kilómetros acumulados en invierno: 3.283, el equivalente a 646 vueltas; Dovizioso, actual subcampeón de MotoGP, ha sumado 2.294 o 453 vueltas. En términos globales, Ducati ha reunido 19.657 kilómetros; Honda ha contado 17.159; Yamaha ha rodado 11.426, y siguen Suzuki (6.057), KTM (5.647) y Aprilia (5.065). Cabe esperar que Márquez sea el más eficaz en la puesta a punto, el piloto que mejor conoce su máquina. Esta temporada corre por su quinta corona de la categoría reina para emular a Mick Doohan; de conseguirlo, en su horizonte solo vislumbraría a Rossi, siete, y a Giacomo Agostini, ocho.

Esta mejora de Honda respecto a las dos pretemporadas anteriores también ha beneficiado a Pedrosa, el más veloz en Tailandia, la pista desconocida. Honda colocó a cuatro pilotos entre los cinco mejores cronos. La otra cara de la moneda fue Yamaha, que en Buriram, sin las referencias que prestan los antecedentes, deambuló sin rumbo, cosechando dudas sobre su potencial: Viñales fue octavo y Rossi, duodécimo, ambos alejados de las expectativas, que deben ser máximas.

zarco manda en yamaha El único motivo para la alegría de Yamaha, y más a tenor de que Viñales fue capaz de liderar de forma íntegra la pretemporada de 2017, fue Zarco, el paño caliente. ¿Solución o problema para el presente de Yamaha? A Rossi y Viñales no les hará mucha gracia que el francés sea más rápido a estas alturas de la campaña. El cisma interno puede llegar por esa brecha creada por Zarco. Y es que el piloto galo batió a sus compañeros de marca en Tailandia y también en Catar, donde se inscribió como aspirante al podio para la cita inaugural de 2018. Zarco, en una hipotética clasificación que estableciera la media de los resultados de la pretemporada, sería el segundo piloto más regular de la parrilla, únicamente superado por Cal Crutchlow. El británico es el termómetro para evaluar el rendimiento de la montura Honda.

En Ducati se han repartido los logros invernales. Lorenzo enmudeció al paddock en Malasia, donde se elevó a la cúspide de la tabla de tiempos. Pero la discreción llegó en Tailandia y más adelante en Catar. Allí Dovizioso tomó el relevo del mallorquín, de quien se espera un salto de rendimiento ya sin las excusas del proceso de adaptación, para dignificar el papel de la factoría de Noale. Sin ruido pero con el mérito del paso firme, no es descabellado pensar que Dovi, a priori, pueda ser nuevamente la mayor amenaza de Márquez en la pugna por la corona. La sabiduría adquirida la temporada antecesora será diamante pulido para sacar a pasear.

Tras Honda, Ducati y Yamaha aparece una terna de pilotos entre los que brotará la sorpresa. Suzuki, tal y como se destila de los entrenamientos, es una moto más competitiva que el resto. Ha encontrado en Alex Rins a su mascarón de proa. Tanto él como Andrea Iannone han proyectado esperanza al proyecto de una marca que, como máxima expresión, aspira a pisar al cajón. Por último, KTM y Aprilia se afanarán en abandonar las posiciones más rezagadas. La meta para ambos equipos será seguir acumulando experiencia en MotoGP y, si cabe, sumar puntos.

Además, MotoGP presenta cinco pilotos que desembarcan en la categoría: el belga Xavier Simeon, el suizo Thomas Luthi, el italiano Franco Morbidelli, el malasio Hafizh Syahrin y el japonés Takaaki Nakagami. Todos ellos llegan procedentes de la fructífera escuela de Moto2. En el caso de Morbidelli, accede a la máxima cilindrada como campeón de la categoría intermedia. Los cinco debutantes se verán arropados por las marcas que mejores prestaciones han ofrecido, Honda y Ducati. Aunque son miembros de equipos satélite, acuden al amanecer de este domingo en Catar con las garantías que ofrecen máquinas anticuadas pero a su vez dotadas de mapas de puesta a punto más precisos.