“Aún no se ha visto lo mejor”

bilbao - Los jugadores del Bilbao Basket han recogido el guante que les lanzó su entrenador y esperan pelear por objetivos más importantes que la mera permanencia. “Nuestro mejor partido aún está por llegar”, aseguró ayer Axel Hervelle. El belga se mostró convencido de que el equipo aún tiene mucho que mejorar ya que “vemos los vídeos y aún apreciamos que cometemos errores, también en el partido del otro día”. El belga señaló que “un poco de presión nunca viene mal”, pero el Bilbao Basket debe “mantener la ambición” ahora que las últimas victorias han dado al equipo “algo más de tranquilidad para seguir trabajando duro cada día”. “Queda mucho por delante y aún podemos llegar un poco más arriba. Vamos partido a partido”, añadió.

Hervelle apuntó que la “mejoría en defensa con las nuevas normas del entrenador, que pasan por la intensidad y el trabajo, sin más secretos” está siendo una de las claves de que los resultados positivos estén empezando a llegar, sobre todo en Miribilla. “Tenemos que seguir así para poder correr ya que tenemos un equipo joven y muy rápido”, añadió el de Lieja, que también señaló que el Bilbao Basket ha mejorado en “hacer sacrificios el uno por el otro y crecer como grupo”. Pero pidió más porque “tenemos más confianza y nos hemos dado cuenta de que si hacemos las cosas bien podemos estar a la altura de la mayoría de equipos de la liga”.

Mrsic pidió ambición y los jugadores le toman la palabra. Hervelle explicó que el técnico de Split “nos transmite hambre, que era algo que quizás nos faltaba, y vemos que podemos hacer lo que él nos pide y llegar donde él quiere”.

Ricardo Fischer, que regresó el otro día tras superar una lesión de tobillo que aún le provoca algunas molestias, comentó que dentro del vestuario “las sensaciones positivas llevan ya algún tiempo, con victorias o con derrotas, porque pensamos que estamos haciendo un buen trabajo”. “Después de un mes y medio con el nuevo entrenador estamos llegando a lo que él quiere y jugando mejor”, resaltó el base brasileño.

La consecuencia han sido las últimas victorias en casa donde “tenemos que imponer nuestro ritmo desde el principio y apoyarnos en la afición para estar todos juntos”. Para Fischer, ante el Obradoiro y siempre será decisivo “empezar bien los partidos, coger confianza, para no tener que ir por detrás del resultado. Sabemos que hay que estar cuarenta minutos concentrados”.

Todos los jugadores están ya recuperados, aunque la última lesión frenó un poco la progresión de Fischer. “Aún tengo cosas que mejorar, como todos. Pero creo que ya estoy adaptado a la liga, a los espacios y a la velocidad”, comentó el jugador paulista, que en su proceso de aprendizaje del baloncesto europeo ha tenido ya dos entrenadores, con distintas propuestas de juego: “Los dos exigen mucho a los bases porque somos la extensión del entrenador y los dos me están ayudando mucho, antes Carles y ahora Veljko. Yo solo intento hacer todo para ayudar al equipo”.