bilbao - A pesar de su juventud, Adrián Otaegui (Donostia, 1992) tiene una amplia experiencia en el European Tour y este año ha firmado su mejor temporada, con la victoria en el Saltire Energy Paul Lawrie Match Play en Alemania. Su mayor logro hasta el momento.
¿Cómo se encuentra después de haber finalizado este gran curso?
-Terminé la semana pasada la temporada en el Tour Championship de Dubai y ahora voy a descansar un poco. Mi primer torneo será en Abu Dhabi y hasta entonces toca disfrutar un poco. Volveré a Donosti un par de semanas a estar con la familia, salir con la piragua, jugar a pala? Aprovechar un poco para cambiar de aires. A partir de Navidad empezaré a preparar la próxima temporada.
¿Qué resumen hace de este último año?
-Ha sido un año positivo. Empecé la temporada regular y pasé un par de meses difíciles en abril y en mayo. Decidí hacer unos cambios y a partir de ahí empecé a mejorar. El primer torneo bueno fue el Open de Francia, donde estuve de líder los dos primeros días y acabé séptimo. En ese torneo fue de los primeros en el que me volví a sentir bien. Hice un verano muy bueno, culminado con la victoria en Alemania. Año a año he ido mejorando en el ranking y en mi juego y estoy contento en ese sentido.
¿Qué significó esa primera victoria en el circuito europeo?
-Fue la culminación de toda la semana, desde los días de práctica jugué muy bien y me salió todo redondo. El único partido que se torció fue la final, que jugué contra el alemán Marcel Siem. Disputé los nueve primeros hoyos bien, pero no acabé de acertar con el putt. No concreté las oportunidades y él jugó realmente bien. En los nueve segundos, iba tres abajo y decidí ser más agresivo. Me empezaron a salir bien las cosas y me pude llevar el partido. Estaba en Alemania, contra un alemán, el público en contra y remontando, fue una victoria bonita, no te voy a engañar.
Lleva varios años en el European Tour, ¿llegó a obsesionarle ese primer triunfo?
-Obsesionar no. Mi prioridad siempre ha sido tener una carrera larga y exitosa, antes que ganar un torneo o hacer un buen año. Me hice profesional muy pronto y cada año he ido mejorando poco a poco. No tenía una obsesión por ganar, obviamente quiero ganar todos los torneos que juego, pero mi prioridad es estar cuantas más veces posibles con opciones de ganar hasta el último día.
Habla de que dio el salto a profesionales muy pronto, pero también fue uno de los más jóvenes en conseguir la tarjeta del European Tour.
-Todavía soy de los más jóvenes del circuito, pero cuando conseguí la tarjeta con 19 años, era de los más chavalillos. Tocaba aprender y aprender, fijarme en los grandes que tenía al lado y seguir trabajando. Es un poco la dinámica que quiero seguir ahora también. Seguir mejorando, subir en el ránking y hacerme mejor jugador.
¿Por qué decidió convertirse en profesional tan joven?
-Cada persona tiene que hacer su camino y no hay que fijarse tanto en lo que hace el de al lado. Con 18 años estaba el 20 del mundo en el ránking amateur, sin jugar en Estados Unidos, que allí con las universidades es donde están los mejores torneos. Si seguía como aficionado iba a jugar los mismos torneos y me parecía que no iba a progresar tanto. Tenía claro que quería ser jugador de golf profesional y pensé que la mejor manera de aprender era jugar contra los profesionales.
¿Cómo fue esa primera etapa como profesional?
-Me presenté a las PQs y jugué unos torneos de Challenge, la segunda división europea. En noviembre me saqué la tarjeta del European Tour. Jugué en 2012, pero no fue bien porque no estaba preparado. Perdí la tarjeta, jugué otra vez en el Challenge y quedé séptimo del ránking. Me clasifiqué para el circuito y hasta hoy.
La figura de José Mari Olazabal fue importante para usted en aquella época de aprendizaje.
-Y lo sigue siendo. A José Mari le conozco desde que era muy pequeño, desde que tenía 4 o 5 años. Siempre ha sido un apoyo importante para mi carrera. Mi padre ha estado en todo momento detrás de mí, pero he tenido la suerte de poder entrenar muchas mañanas con José Mari. Siempre que podía escaparme estaba encantado de jugar con él y con otros profesionales. Solo podía aprender de un doble ganador del Masters y además José Mari es una persona que intenta enseñarte. Es muy buena gente y he sido un privilegiado.
Olazabal marcó una época en el golf vasco, ¿cree que con la irrupción de Jon Rahm y su nivel en el European Tour se está alcanzando otra vez ese grandísimo nivel?
-A finales de los 90, cuando José Mari ganó un montón de torneos y los dos Masters, el golf vasco estaba, posiblemente, en su punto más alto. Pero sí que es verdad que ahora esté al mismo nivel o incluso más, con dos vascos ahí arriba, en los mejores circuitos del mundo.
Mirando al futuro, ¿cuáles son los objetivos que se plantea?
-Ahora mismo estoy en un momento importante de mi carrera. Tengo la experiencia y el nivel para dar un pequeño salto. Quiero seguir aprendiendo, seguir mejorando y creo que el año que viene puedo jugar majors y meterme más arriba en el ránking.
¿Tiene marcado algún grande?
-Mi major favorito es el British Open, debido a su historia y porque es un campo que se adapta a mi juego. Es un sueño que siempre he tenido y voy a ir a por ello.