Bilbao - La ortodoxia marca el final del verano en el calendario como una frontera inasumible. Una línea que cierra una época y abre otra. Aunque, entre una y otra, el reloj solo marque un segundo, un minuto o una hora. Es cuestión de ortodoxia, como de heterodoxia es la marca estival de la pelota a mano profesional. Una equis del calendario que varía, engordada este curso por la incorporación del Masters Codere, el asentamiento de los torneos de Soria y Labastida y la eliminación de la miniferia de Ezcaray como competición al uso. El verano manista terminó ayer en el frontón de La Juventud con el carpetazo al vaivén del almanaque, que, con la presentación del Cuatro y Medio de hoy en Zarautz, resucitará los frontones industriales -Labrit, Astelena o Beotibar- entre la calima de un tiempo que viene y otro que se va.

La Liga de Empresas rompió con lo establecido al alargar la estela de San Mateo con el tríptico de maestros y, entre tanta heterodoxia, Beñat Rezusta fue rey de reyes, con permiso de Jokin Altuna y Jon Ander Albisu. Los tres asoman como los emperadores de una época que se rinde a tres manistas situados en Las Antípodas. Triunvirato.

Beñat Rezusta comenzó como un tiro y con la feria de San Fermín bajo el brazo. Su alineación con Joseba Ezkurdia repitió el aroma a victoria de San Mateo de 2016. Ganaron con holgura en la final a Bengoetxea VI-Beroiz (9-22). También impulsó a Jokin Altuna en el Torneo 25º Aniversario Asegarce en Aste Nagusia con una política de tierra quemada en el frontón Bizkaia, donde Olaizola II-Urrutikoetxea claudicaron por 6-22. La última cita victoriosa del bergararra llegó en San Mateo, como soporte de Víctor Esteban, frente a Ezkurdia y Albisu -el mejor de la feria- por 19-22. Además, entre su lista positiva se encuentran otras tres finales más, Lekeitio, Donostia y Torneo Bizkaia por equipos -ganó su choque pero perdió por el balance global-. Las dos ferias más grandes fueron a parar a sus vitrinas.

La decepción más importante del verano del zurdo guipuzcoano llegó en el Masters Codere. Después de rayar a un nivel espectacular los meses anteriores, mandón y seguro, su unión con Bengoetxea VI, repleta de favoritismo, quedó varada en semifinales.

Precisamente, Jokin Altuna y Jon Ander Albisu fueron los verdugos de los principales aspirantes al trono de maestros y acabaron llevándose el gato al agua en la final del Labrit.

Ese título para Jon Ander Albisu fue el cuarto de su cuenta particular. El zaguero de Ataun venció en el Villa de Zarautz junto a Bengoetxea VI, el Donostia Hiria acompañado de Iñaki Artola, el Torneo Bizkaia por equipos y el Masters con Altuna III. Asimismo, la Blanca se le escapó por los pelos junto a Mikel Urrutikoetxea ante Altuna III-Merino II (22-21) y San Mateo estuvo en órbita sin premio con Altuna III ante Víctor-Rezusta (22-19).

El amezketarra, por su parte, se acoda con las victorias de La Blanca, Bilbao y el Masters, sus premios más prestigiosos. Por contra, el Torneo Bizkaia, el de Donostia y el de Soria se le esfumaron cerca.

la marca vizcaina Solamente Mikel Urrutikoetxea y Mikel Larunbe pudieron embolsarse algún triunfo en las ferias veraniegas. Los dos juntos se alzaron con los títulos de Labastida y Lekeitio. Además, el de Zaratamo llegó a las finales de La Blanca y Bilbao.