Al Surne Bilbao Basket no se le discuten la voluntad y el deseo cuando le toca actuar lejos de Miribilla. Tampoco la capacidad para agarrarse a los partidos e intentar competirlos hasta el final, pero la falta de colmillo y contundencia acostumbra a frustrarle y a cercenar sus opciones de éxito como aconteció este sábado en el Olimpic de Badalona (87-79), donde encadenó su novena derrota consecutiva a domicilio en competición doméstica. Los de Jaume Ponsarnau, con un buen arranque de cita que les impulsó hasta una ventaja de dobles dígitos en el amanecer del segundo acto (19-29), carecieron de la sostenibilidad necesaria para conquistar territorio enemigo ante un rival mejor armado y que no podía despistarse en su lucha por asegurarse plaza de play-off.
Los verdinegros sacaron demasiado provecho de las desconexiones de los hombres de negro, mandaron en el luminoso desde el ecuador del mencionado segundo cuarto, firmaron un par de parciales dañinos (12-0 antes del descanso y 12-2 en el tercer cuarto), llegaron a dominar por 75-63 dentro ya de los últimos diez minutos y así y todo los visitantes lograron ponerse a solo cinco puntos en un par de ocasiones en los compases finales, pero mientras en las filas bilbainas se fallaron demasiadas acciones en ventaja entre Devon Dotson y Kassius Robertson, soberbios ambos, dieron carpetazo al asunto con un par de triples.
De Ridder, baja
Sin Thijs De Ridder como consecuencia de unos problemas musculares de última hora, los de Ponsarnau carecieron de aplomo y capacidad de control cuando el marcador les sonreía, perdiendo el tempranero colchón de diez puntos demasiado rápido y sufrieron desde demasiados flancos. El 12-0 hasta el descanso, al que se llegó con un equilibrado 48-46, en el epígrafe de puntos al contraaataque fue significativo, con la Penya encontrando también petróleo en la zona con los 26 puntos que sumaron entre Artem Pustovyi y Ante Tomic. En las filas visitantes destacaron el trabajo defensivo y el filo en ataque de Melwin Pantzar y el acierto en el lanzamiento de Tomasz Gielo (13 puntos), pero el tímido despertar anotador de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman llegó demasiado tarde.
La contienda arrancó con intercambio de canastas por parte de ambos equipos aunque fueron los anfitriones los que llevaron primero la voz cantante gracias a su superior acierto desde la distancia triple (15-11). Sin embargo, el conjunto vizcaino no se dejó amilanar y merced a la hiperactividad de Pantzar tanto anotando como facilitando puntos para sus compañeros le dio la vuelta a la tortilla con solvencia. A los de Daniel Miret dejaron de entrarles los triples mientras los visitantes encontraban vías de anotación solventes, lo que les permitió cerrar los primeros diez minutos con un favorable 17-24 tras un 2-13.
Hasta los diez puntos llegó la ventaja de los hombres de negro (29-29) antes de que el Joventut se echara en manos de Tomic y aprovechara un puñado de pérdidas del rival para recuperar gran parte del terreno perdido en un abrir y cerrar de ojos obligando a Ponsarnau a detener el choque con el 26-29. De poco les sirvió a los suyos, pues perdieron el filo y el orden que habían mostrado en ataque durante los primeros once minutos de la contienda, permitiendo además que el Joventut pudiera activar el modo galope e hiciera muchísimo daño fusilando en segundos iniciales de posesión, recuperando además el acierto desde la línea de 6,75. El parcial de 12-0 hizo daño al Surne Bilbao Basket (42-35) que, sin embargo, supo rehacerse aprovechando los puntos de Marvin Jones y Pantzar para alcanzar el ecuador de la contienda muy vivo (48-46).
Errores
En la reanudación, el conjunto vizcaino desaprovechó la oportunidad de recuperar el control del luminoso tras dos muy buenas acciones defensivas de Pantzar y el Joventut respondió con un contundente 12-2 de la mano de Robertson, dañino a más no poder, y Tomic mientras Amar Sylla fallaba una y otra vez desde los 6,75. El 60-49 con cinco minutos de tercer cuarto disputados pintaba un panorama complicado. Dos triples de Gielo reactivaron a los hombres de negro y les permitieron recuperar el rebufo de su rival (66-61), pero el Joventut anotó con demasiada facilidad, sobre todo con Pustovyi aprovechando los cambios defensivos para imponer su ley en la zona, y a los diez minutos finales se llegó con un 70-63.
Al Surne Bilbao Basket siguió sin faltarle ánimo de rebeldía, pero el acierto de cara al aro verdinegro se le quedaba demasiado corto, con fallos imperdonables si se quería optar a ganar el choque como una penetración solo de Tryggvi Hlinason, dos tiros libres seguidos de Abdur-Rahkman o un contraataque en clara superioridad. Después de que Miret parara el partido con un 75-68 a 6:30 de la última bocina, el conjunto vizcaino llegó a colocarse en dos ocasiones a solo cinco puntos de su rival, pero en esos momentos vitales Dotson y Robertson desactivaron la alarma con dos triples. Con 85-79 ya dentro del último minuto, Jones falló dos tiros libres, Gielo capturó el rebote en ataque para jugarse un triple que no entró y ahí acabó el choque.